26 septiembre 2008

La estirpe de Garcilaso

"La obra de fray Luís se asocia a menudo a la de otra cima de nuestra lírica, la de San Juan de la Cruz, alumno que fue de la Universidad de Salamanca por los años en que fray Luís enseñaba en ella, y aunque no consta que se trataran, en todo caso, sí es justo reunir sus nombres culminantes, si bien hay que señalar enseguida su profunda divergencia. Ni una sola reminiscencia clásica ha podido hallarse en el carmelita, aunque lo sabemos educado en las letras clásicas. Comparten dos bases comunes: el modelo bíblico y el ejemplo de Garcilaso. Fue la aptitud para conducir el sentimiento a un extremo emocionado y su maestría idiomática lo que ambos recibieron del toledano. Desde esa base, iban a seguir caminos muy diferentes, impulsados ambos por una extrema originalidad: fray Luís, fundándose en los claros ejemplos latinos, añorando transparentemente el ascenso al más allá; San Juan, haciéndose hermosamente enigmático para expresar el ascenso ya logrado.

"Dos cimas, más bien, dos llamaradas de arte verbal español que pueden fundar el derecho de nuestra lengua a contarse entre las muy primeras del mundo. En una parte decisiva, gracias a fray Luís de León, campeón de la memoria histórica que nos une al ser mismo de Europa, el de la clasicidad grecolatina, de la que España arranca. Esa memoria que hoy parece desvanecerse sacrificada a otros altares. Y con ese desvanecimiento, el de la dignidad suprema de la lengua castellana, y no sólo por su dilatada extensión. Al igual que Lope, podríamos decir que, si hoy viviera, fuerte león en su defensa fuera".


Fragmento del "estudio preliminar" de Fernando Lázaro Carreter, a la nueva edición del tratado De los nombres de Cristo (Barcelona, 2008).

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9 comentarios:

  1. Precioso texto. De los 2, el más amable es Fray Luís; San Juan de la + es otra cosa, pertenece a otra "esfera" y fascina y arrebata...pero es inasequible.

    Un (el?) místico misticorum y un humanista cristiano (el más excelente entre todos los nuestros). Muchas veces, San Juan de la + asusta tanto como atrae fray Luís.

    p.s. El tercer literato-místico-humanista es Fray Luis de Granada, que no se olvide, y que da gusto leer.

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  2. En el verso, San Juan de la Cruz es más emocional que fray Luís, más cerebral.

    Pero si nos volvemos a la prosa, para mi gusto San Juan es más áspero que fray Luís.

    Por eso el maestro Lázaro Carreter (+) estima que la obra maestra de fray Luís es el tratado "De los nombres de Cristo", en tanto que a San Juan se le valora más la poesía.

    p.s. No olvidamos que fray Luís de Granada es traductor de la Imitación de Cristo, aunque no sé si ya discutimos si es más apreciable la suya que la de Nieremberg.

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  3. La de Granada, parece demostrado que no es suya, sino del Maestro Ávila (S.Juan de). Sucesivas ediciones-atribuciones fueron olvidando a Juan de Ávila y suponiendo a Fray Luis de Granada como traductor. Una edición de la Imitación de la BAC(Imitación de Xtº y devocionario, IVº edic. Mad.1985), trae una introducción de Fcº Martín Hdez. muy esclarecedora sobre el particular.

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  4. Esto es nuevo para mí. Gracias, Terzio. Sobre fray Luís de Granada, estaba previsto en ese "canon" de la Biblioteca Clásica dirigida por Francisco Rico, la edición de la Introducción al símbolo de la fe, aunque supongo que no faltan otras ediciones asequibles.

    La que parece difícil de conseguir es La conversión de la Magdalena, de Malón de Chaide.

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  5. A mí me parece basura el supuesto estudio preliminar de Lázaro Carreter (en realidad un trabajo de 1995 puesto ahí postmortem (que hay que echarle ganas).
    Y la simplonería de Lázaro es pasmosa: y que lo que dice sea lo canónico también me pasma.
    Menos mal que la edición (de Javier San José) ayudará a mejorar la visión de fray Luis. Pero ya hablé de ello hace unos días en mi blog.
    Por cierto (me refiero a la entrada de hoy, 29.09.08) que fray Luis no fue condenado; encarcelado sí, pero no condenado.

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  6. Coincidimos en congratularnos de esta nueva edición del tratado De los nombres de Cristo. Estuve suscrito a la “Biblioteca Clásica” (poseo la colección completa), así que siempre estoy atento a su continuidad, en la nueva editorial que se ha encargado del proyecto.

    Pero en este punto comienzan las discrepancias. ¿Una mierda, el texto de Lázaro Carreter? Aunque sea porque no tuve libros más sobados en el bachillerato, que sus manuales de lengua y literatura, no puedo sumarme al coro de denigradores.

    Lo primero que tiene que advertir un avisado lector, es que el “estudio preliminar” de Lázaro Carreter no está puesto ahí como introducción a la obra de fray Luís, ni a este tratado en concreto. Es un texto académico, erudito, que adorna a la edición.

    Lázaro Carreter sí alude a la deuda de fray Luís con el modelo bíblico (página xxxiii de la edición), aunque no fue su propósito principal referirse a este aspecto de su creación literaria, sino a su “clasicidad”, como el mero título pone de manifiesto.

    No puedo defender con especial solvencia los méritos de Lázaro Carreter (algunos tendría, cuando fue elegido director de la Academia), aunque sí advierto que el “estudio preliminar” es solidario con toda la edición, y seguramente habrá sido colocado ahí por Francisco Rico (director de la colección) o Javier San José (editor del texto). Seguramente han sopesado con muy buen criterio la inclusión del texto de Lázaro Carreter.

    No es raro que el estudio se publique “post mortem”. En la misma “Biblioteca Clásica” se da un curioso caso inverso: la edición de la Epístola moral a Fabio (Barcelona, ed. Crítica, 1993) corre a cargo de… ¡Dámaso Alonso! (de hecho, el estudio preliminar de esta edición, de Alcina y Rico, está dedicado a Dámaso Alonso in memoriam).

    Según el clásico, no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena. Esto es predicable también de las partes del libro. Francisco Umbral decía que la mayoría de los libros que le llegaban, los tiraba a la piscina. Explicable, pero no imitable. Este texto de Lázaro Carreter, que he leído y me parece magistral, no merece que sea cortado con un “cutter” (o limado con un “cuttex”, para el caso es igual), como decís en tu blog.

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  7. 1. Que a lo de Lázaro no lo llamen entonces 'estudio preliminar'. Por lo demás está publicado ya en dos sitios distintos (y se puede leer en internet: en mi entrada están los enlaces).
    2. No adorna la edición -a la que contradice totalmente- y sí es un texto académico y erudito pero perfectamente prescindible, con cuatro ideas mal puestas sobre fray Luis.
    3. Algo bueno tiene el texto, pero mucho malo.

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  8. Ah, y lo más penoso otra vez de todo esto (a mí ya me pasó): que sigamos hablando de las quince páginas de refrito de Lázaro Carreter en vez de las más de mil de la edición de Javier San José.

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  9. Sin problema. Ayer mismo estaba yo leyendo el comienzo del diálogo en la huerta de "La Flecha".

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