26 julio 2009

Sevilla cervantina (2): plaza de San Salvador

En nuestro recorrido caótico, aunque previsible, por los lugares cervantinos de Sevilla, llegamos a la plazuela que hemos llamado de toda la vida plaza del Pan, aunque la ciudad oficial se ha empeñado en que se la llame ahora plaza de Jesús de la Pasión.

El profesor Morales Padrón (canario de nacimiento, sevillano de adopción) ha inventado la curiosa teoría de que las plazas sevillanas, unas son para pasar (v.gr. la plaza de San Francisco) y otras para estar, sentarse y contemplar el mundo (v.gr. la plaza Nueva). Pues bien, según esta terminante taxonomía, para mí que la plaza del Pan es lugar de paso (de la Cuesta del Rosario a la Encarnación, o de El Salvador a la Alfalfa), y del otro lado de la iglesia, la plaza de El Salvador (de la que hablamos hace unos días:
a taste of London) es plaza de descanso y estancia.


La placa conmemorativa dice que en la antigua plaza de San Salvador "ocurrió uno de los más donosos episodios" del Rinconete y Cortadillo. Es difícil decirlo, porque esta novelita está repleta de sucesos llenos de gracia y donosura. Con todo, aquí en la plaza del Pan es donde comienzan a ganarse la vida Rincón y Cortado en la gran ciudad, como así lo cuenta la novela:

"Avisóles su adalid de los puestos donde habían de acudir: por las mañanas, a la Carnicería y a la plaza de San Salvador; los días de pescado, a la Pescadería y a la Costanilla; todas las tardes, al río; los jueves, a la Feria. Toda esta lición tomaron bien de memoria, y otro día bien de mañana se plantaron en la plaza de San Salvador; y, apenas hubieron llegado, cuando los rodearon otros mozos del oficio, que, por lo flamante de los costales y espuertas, vieron ser nuevos en la plaza; hiciéronles mil preguntas, y a todas respondían con discreción y mesura. En esto, llegaron un medio estudiante y un soldado, y, convidados de la limpieza de las espuertas de los dos novatos, el que parecía estudiante llamó a Cortado, y el soldado a Rincón. "

7 comentarios:

  1. Y ahora que tratan de hacerla de estar, es un fracaso, como el nombre

    Saludos

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  2. Habría que decir, en plan poético ripioso: "no le toques ya más, que así es la plaza (del Pan)".

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  3. ¡Que arte tienes Joaquín!

    Tu Cuaderno sí que es profesional.

    Un abrazo.

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  4. Estos paseos por la plaza se llame como se llame siempre nos llena el alma .
    Por cierto Joaquín san estoy siguiendo sus relatos viajeros , tiene que abrir una página en Viajeros.com ,para dejar su experiencia para otros viajeros-as :-) ,increible coincidencia lo primero que busco en una ciudad es una librería ,obvio y mapas ,guías ... y me pierdo por los pueblitos .
    Buena semana !!!!
    Rosna

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  5. Gracias Rosna san!

    Leer es otra forma de viajar, más barata.

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  6. Se me ocurre que esta plaza del Pan, además de cervantina también es cernudiana, halconense (por M. Halcón), Grossiana (por A. Grosso), burgalesa (por A. Burgos), zurda (por José Mª Izquierdo)...

    Si tuvieramos que ponerle una lápida a cada uno la alicatábamos hasta el techo, así que dejaremos sola esta magnífica de Mensaque.

    .

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  7. Pues es cierto, Alfaraz, a primera vista la plaza del Pan tiene aspecto humilde, y sin embargo tiene una ilustre ascendencia literaria. Algo tiene, y es que aunque sea lugar de paso (nunca para uno allí, sino que va de acá para allá) tiene un aire acogedor, ¡y el cacho de cielo de Sevilla, que se divisa desde la plaza!

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