16 mayo 2010

Pequeños placeres damascenos


Un pequeño placer del callejeo en Damasco es tomarse un zumo de frutas, afición que comparten por igual nativos y visitantes. En una de tantas zumerías de la ciudad, puedes tomarte una jarra de zumo de naranjas recién exprimidas, bebido con parsimonia, viendo pasar el tiempo.

2 comentarios:

  1. No sabía nada de esos pequeños placeres de los que hablas. Aunque ya me supongo que en Damasco tiene que haber cosas buenas y las gentes de esa tierra sabrán disfrutar de ellas.

    Sólo con ver esas fresas… qué elixir saldrá de ahí. Y lo otro, ¿qué es? Parecen moras, ¿las hay? Si lo fueran, pura ambrosía…

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  2. ¡Los zumos en Oriente Próximo parece que saben mejor! El aroma de la naranja me transporta idealmente a esas tierras...

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