Si emprendéis el Camino de Santiago, no olvidéis ir a la última en indumentaria e impedimenta...
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Nos ha llegado por correo este libro, coordinado por nuestro amigo, el biólogo salmantino Emilio Cervantes: Veintisiete libros y un prólogo abierto para una nueva biología (La Rioja, Ediciones Crimentales, 2008). Lo primero que me gustaría subrayar de este instructivo librito de 180 pp., es que es de edición de "bajo coste" (5 euros, más 2 de gastos de envío), y que está sujeto a una licencia Creative Commons. Ambas son condiciones que allanan la divulgación científica. Y una de las cosas que más me ha gustado del libro es su talante borgiano, porque, en el mismo espíritu de aquel bibliotecario ciego (!!), amigo de los catálogos y recensiones, éste de aquí se ocupa de comentar veintisiete libros relevantes para la nueva biología. Los libros siguen conservando, no ya tanto su prestigio, sino su valor en la formación de los científicos y pensadores.
George Orwell me parece el escritor inglés más relevante del siglo pasado. No sólo por sus ideas, muy próximas a un socialismo utópico, sino también por su clara y sobria prosa aticista. Comentar el valor de la prosa no me parece que huelgue, porque las palabras son el reflejo del pensamiento, y las cualidades formales de una escritura nos informan inmediatamente del valor ideológico de un autor. En el caso de Orwell, su forma de escribir congenia con su visión austera, casi ascética, de la vida. Con eso también digo que, por encima de sus novelas más populares (Rebelión en la granja, y 1984), hay que acudir sobre todo a sus series periodísticas y ensayos, para conocer de primera mano sus ideas. Alguien podrá advertirme lo arriesgado de afirmar la preeminencia de éste, o de cualquier otro autor, cuando en materias artísticas y poéticas el consenso es imposible y depende mucho de los gustos y aficiones. Sin embargo creo que hay una manera objetiva de medir la importancia de un autor, que es en su recepción social: un autor es destacado si se le lee mucho, y ha dicho algo sobre su tiempo a sus contemporáneos. Obsérvese, en el caso español, que Azorín pierde enteros frente a Pérez Galdós o Baroja, y en poesía el casticismo lorquiano es superado por el ideologismo de Cernuda (que no es casualidad que fuese influído por los poetas ingleses). En estos casos descubro que el público lector culto debe estar valorando la actitud ética sobre el formalismo estetizante. En el caso de Orwell, ampliamente leído por los jóvenes de toda Europa, no es difícil descubrir que ha indagado sobre las condiciones de vida de las masas de nuestro tiempo, y ha reflexionado sobre la materia humana que tuvo en cada momento más cercana, en las experiencias límite: la pobreza y la guerra. Los lectores españoles no tenemos disculpa para no leer su obra maestra, Homage to Catalonia.
EN MI CUADRAGESIMOSEXTO CUMPLEAÑOS
"Pequeño, moreno, vestido de negro, con ojos interrogativos y melancólicos, la cara alargada por unas oscuras patillas de chispero. Siempre en la biblioteca del Ateneo, escribiendo los artículos diarios en que tiraba a la calle su talento, cuando no iba con su paso escurridizo atravesando el patio matinal de la universidad o camino del río en su cotidiano paseo vespertino.
Si tuviera más tiempo prestaría mayor atención al buen número de actos públicos, presentaciones, conferencias, firmas de autores..., de la Feria del Libro. Yo la aprovecho para repescar algún libro que se me ha quedado rezagado el último año, sobre todo los de edición institucional, siempre peor distribuídos. Aquí van tres libros que he encontrado este año, con mi breve reseña: