30 abril 2010

Visiones del monte Casio


Desde la ventana del hotel, o cruzando un puente sobre el río Barada, se ve uno reconfortado por la visión del ángel tutelar de la vieja ciudad de Damasco: es el monte Casio. Su empinada ladera parece proyectarnos al cielo, a la eternidad. La contemplación del monte alzando la vista en una calle ruidosa, o la ascensión por carretera a su cornisa, y perder la mirada entre las torres de la ciudad, es una impresión inolvidable. Se siente uno cercano a las cosas santas en la falda del monte Casio.

27 abril 2010

Se prohibe fumar, de cualquiera de las maneras


Este letrero del aeropuerto de Damasco quiere decir "se prohibe fumar según las ordenanzas". El modo correcto de leer la secuencia de señales circulares de la franja inferior es, al modo árabe, de derecha a izquierda (lo cual es una manera convencional de leer, salvo que alguien me demostrase que existe otra dirección más natural de leer y escribir). Por tanto el letrero prohibe, por ese orden, fumar cigarrillos, o con narguile, o en pipa, o fumar cigarros puros.

A los occidentales este derroche gráfico nos parece redundante, y podríamos pensar que con que se prohibiese fumar indicándolo con un pitillo encendido, va que chuta. Pero el letrero, en su ingenua y graciosa exhaustividad, habla con elocuencia del carácter árabe. Uno se imagina a un fumador árabe de pipa, que a la vista de un rótulo a la occidental, porfiaría en que con nuestra señal sólo prohibimos fumar cigarrillos, pero no de cualquier otra manera. Es difícil, pero no imposible, que algún árabe se llevase al vestíbulo del aeropuerto todo el aparato que implica fumar en shisha, como si de un cafetín oriental se tratase, por entender que esa modalidad de fumar estuviese tolerada por omisión...

La abstracción normativa de occidente se acomoda mal al estilo de vida libre y nómada de los árabes, hechos al desorden, a la anarquía y a la improvisación. Por eso, no basta allí decir, a secas, que se prohibe fumar, sino que es preciso detallar cada una de las manera de fumar habituales que se prohiben. El casuismo de las reglas, sin embargo, no es privativo de los árabes, y al final, todas las normas acaban recayendo en un caso concreto que debe resolverse (¿está prohibido fumar así o asá?).

Las normas y prohibiciones de formulación general, que es la que nos gastamos en la esfera jurídica occidental, parecen muy eficaces, pero tal vez sean una abstracción irreal e injusta. De ahí que los sistemas jurídicos originarios (el de los romanos, el de los germanos), sea un derecho de casos y no de normas universales, que es un invento de los racionalistas.

26 abril 2010

Welcome to Damascus


Bienvenidos a Damasco, ahlan bikum fi dimashq... Así es recibido el viajero nada más llegar al aeropuerto de Damas. Este simple cartel define muy bien, a mi parecer, el carácter abierto, hospitalario y acogedor del pueblo sirio. Si tuviese que señalar algún motivo para viajar a Siria y Líbano, al Próximo Oriente, no comenzaría por el medio natural (el desierto, las montañas y llanuras, las costas), ni por las ruinas (templos, columnas, estelas, calzadas), sino por la gente. Se ha de viajar, sobre todo, para enterarse uno de cómo se vive en otras tierras. Los objetos, los paisajes, no son más que el fondo de la vida.

Un pasaje que me intriga, entre tantos, del diálogo platónico Fedón, dice, en boca de Sócrates, cuando empieza a relatar el mito (109a): "Nosotros, los que vivimos desde Fáside a las Columnas de Heracles, habitamos en una minúscula porción, agrupados en torno al mar como hormigas o ranas alrededor de una charca". Es una forma muy plástica de presentir que "no estamos solos en el Universo".

El jesuíta argentino José Gabriel Funes, director del Observatorio Vaticano, en una entrevista que hizo ruído, manifestó que no excluye la existencia de vida extraterrestre: Per dirla con san Francesco, se consideriamo le creature terrene come “fratello” e “sorella”, perché non potremmo parlare anche di un “fratello extraterrestre”? Farebbe parte comunque della creazione [Vatican diplomacy].

Viajar, desplazarnos por el espacio y el tiempo, apaga nuestra pretensiones de ser únicos, o los mejores. La larga peregrinación por paises lejanos es una oportunidad de reconocer la hermandad, en aquel profundo sentido franciscano, de la vida sobre nuestra vieja tierra. La visita a los lugares exóticos, como son los paises árabes, provoca al viajero occidental un shock, que puede derivar en el aborrecimiento o en la fascinación. Todo es distinto a lo nuestro: los rostros, las hablas, las costumbres, los rezos, las comidas, la pobreza, incluso la mugre de las calles o de las casas. Pero si se logra vencer el estupor del primer topetazo, se comenzará a comprender la esencial identidad de nuestra condición de hermanos, de ranas en torno a la misma charca.

Mi propósito para las próximas entradas del blog es contar mis impresiones de una última correría por el Próximo Oriente, que esta vez ha alcanzado a Síria y el Líbano. Si logro inspirar en los lectores la curiosidad por viajar por la región, habré alcanzado mi principal objetivo.

10 abril 2010

Ovejas y cabritos, el libro de este blog

Este Majao ya ha saltado al ruedo de las librerías. Hace casi dos años, con este optimismo mío incurable a pesar de las adversidades que me acosan, anunciaba que el Majao sería libro [enlace]. Dije entonces que "en uno de esos momentos tontos y repentinos en que, como decimos castizamente, nos liamos la manta a la cabeza, he decidido que voy a publicar en forma de libro una selección de notas de este majao público. Anunciándolo a la vista de todos ya no podré echarme atrás, y si todo va bien el próximo otoño podré lanzarlo a la plaza pública". Entre las reacciones de colegas blogueros a mi anuncio, conté con la de Gregorio Luri, de El café de Ocata [enlace], que muy merecidamente abre ahora la colección Álogos, haciéndonos honor a los que le seguimos con más modestia.

Bien se ve que el proceso de editar es moroso, y los meses fueron pasando como el agua de la acequia. Mi idea primera, muy vaga, era autoeditarme, esto es, rascarme el bolsillo y costear la edición para repartirla entre familia, amigos, conocidos o saludados. Pero hace cosa de un año me salió al paso Javier Sánchez Menéndez [enlace], aparecido como un ángel, para invitarme a publicar en las Ediciones de la Isla de Siltolá [enlace]. El otoño pasado cumplí la palabra dada de enviarle una selección de 50 entradas del blog, lo que no me resultó después de todo fácil, y que completé contra reloj. Al final, estoy muy satisfecho del resultado, cuyo mérito en buena parte es del tipógrafo Abel Feu [enlace].

Cuantas veces publique, tomaré interés en que algún amigo me obsequie con un prólogo. No es esta práctica, como pudiera pensar algún malintencionado, un acto de vanidad, ni una estrategia mercadotécnica. Me lo tomo como una forma de compartir página, igual que los matadores se ceden los toros en el tercio de quites. En esta ocasión, me siento muy satisfecho por el brindis de Enrique Baltanás [enlace], que ejerciendo su oficio de maestro ha hecho para el prólogo una estupenda reflexión (a mí me lo parece) sobre el género blog.

La experiencia más valiosa de un blog, aparte de la terapia del mismo escribir, es la de relacionarse con amigos o con perfectos desconocidos, a los que uno va cobrando aprecio. Cuando hojeéis este libro mío, Ovejas y cabritos, veréis que menciono un buen número de bloggers, citando oportunamente su dirección de internet. No son todos los que han visitado mi blog, pero sí un buen grupo. A todos os estoy muy agradecido, por los ratos compartidos a distancia.

Preveo, como ya ha sucedido, que muchos me pregunten por el título del libro: Ovejas y cabritos. Es un sintagma que está tomado, como es fácil de descubrir, de una parábola de Jesús (Mt 25,32). Aunque acaso pudiera interpretarse, malévolamente, como una forma de categorizar a nuestros semejantes, igual que el escritor, premio Nóbel, Camilo José Cela, que dividía a la humanidad en amigos e hijos de puta. Sobre clasificaciones como ésta habría que tener mucha prevención, porque no sabemos en qué categoría nos clasificarán los que nos circundan. Curándome en salud, diré, como dicen en mi tierra, que tó er mundo é güeno.

En fin, os espero aquí, en este Majao Público, o en las páginas de mis Ovejas y cabritos. Si no lo encontráseis en vuestra librería, podéis dirigiros a Ediciones de la Isla de Siltolá [enlace].

07 abril 2010

La tierra de Alvargonzález

"...El indiano me hablaba de Veracruz, mas yo escuchaba al campesino que discutía con el mayoral sobre un crimen reciente. En los pinares de Duruelo, una joven vaquera había aparecido cosida a puñaladas y violada después de muerta. El campesino acusaba a un rico ganadero de Valdeavellano, preso por indicios en la cárcel de Soria, como autor indudable de tan bárbara fechoría, y desconfiaba de la justicia porque la víctima era pobre. En las pequeñas ciudades, las gentes se apasionan del juego y de la política, como en las grandes, del arte y de la pornografía -ocios de mercaderes-, pero en los campos sólo interesan las labores que reclaman la tierra y los crímenes de los hombres..."

02 abril 2010

Pasión en vivo en Oliva de la Frontera, Badajoz

En el pueblo pacense de Oliva de la Frontera, a un tiro de piedra del enclave templario de Jerez de los Caballeros, en la Semana Santa la gente del pueblo escenifica con fervor una Pasión viviente, que es digna de presenciarse. No hago más comentarios, porque ya se echa de ver quién es quién en esa historia de buenos y malos... (el malo, malo, aparece al final).