De la gente elegante, acaudalada:
Si no a playas y puertos todavía,
Pues no ha empezado aún la temporada,
Huyendo de este ardiente mediodía...
O día-entero-y-pleno, por lo ardiente,
Donde es tanto el calor que ya se siente
Que no acierta a decir la musa mía
Lo que le pasa al abrasador ambiente
Si es que se pone caro por lo raro,
O es que se pone raro por lo caro.
Yo, que no me meneo
De esta tierra del sol y de las flores,
He inaugurado ya mi veraneo.
Y para conjurar estos calores
Como los del desierto, abrasadores,
He sacado un billete ¡de primera!
Sí, señor: un billete de... escalera,
Y desde el alta esfera
Del principal, do paso la invernada,
En sólo una jornada,
Mediante la mudada
De lo más perentorio y lo más preciso,
Me he trasladado ayer al bajo piso.
(No he dicho piso bajo
Por costarme muchísimo trabajo
Hallarle consonante.
Perdón, pues, por el ripio, y adelante)!
Y aquí estoy tan campante,
Sentado en mi butaca de rejilla,
Con mi mesa sencilla,
(Claro que por delante)
Donde tengo papel, pluma y tintero:
Un cuco cenicero
Y... en él una colilla.
¡Este será, oh, lector, mi Sardinero
En el famoso puerto de Sevilla!
JUAN FRANCISCO MUÑOZ Y PABÓN, PBRO.
"Mi veraneo" (fragmento). De Lira cristiana (1919).
Juan Francisco Muñoz y Pabón (1866-1920), canónigo lectoral de la S.M. y P.I. Catedral de Sevilla. Tiene calle en la ciudad, la que sube desde la Alfalfa hasta el montículo de la iglesia de San Nicolás y la calle San José, lo que fue una de las puertas de la antigua judería. He encontrado un ejemplar de Lira cristiana en El Jueves. Sobre Muñoz y Pabón, con ocasión del CL aniversario de su nacimiento, Carlos Ros ha publicado una biografía, Juan Francisco Muñoz y Pabón, chispeante canónigo novelista [Ros].
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