09 septiembre 2006

Alma no eterna

¡Ah, Señor! ¡Si tú existes!
"Señor" omnipotente, me presento tristísimo.
Perdóname, "Señor", éste es mi pensamiento,
lo que juzgo verdad:
creo verdad la idea de la muerte
del alma, al punto mismo en que se muere el cuerpo.
Pienso que esto es lo exacto, lo verídico.

Mas me ocurre, me duele, que esto sea,
o que se considere, como auténtico.
¡Qué tristeza, qué lástima, alma mía,
qué bien quisiera eterna conocerte!
Oh gran "Señor", sería mi entusiasmo
saber que vive el alma cuando el cuerpo se muere.

Ay, qué triste es ahora que, oh "Señor", yo no sepa
si existes; ni, si existes, dónde existes.
Mas a pesar de esa terrible duda,
yo te amo, yo te adoro. Te pido que concedas
(¡ay, que sería imposible, no existente!),
cuando se muera el cuerpo, la eterna vida al alma.

Eso es lo que deseo; mas, ay, no tengo prueba:
mi alma se deshará cuando se muera el cuerpo.



Dámaso Alonso

11 comentarios:

  1. Todavía estoy digiriendo este escrito del tal Dámaso Alonso...
    Y es que es mi mismo miedo, sin dudas el miedo de todos, aunque algunos elijan esconderlo bajo el piadoso manto de la fe.
    Brillante. A propósito, hombre, ya estoy muy en deuda contigo: me has hecho conocer a unos cuantos hombres de empuñar pluma desde que frecuento este sitio, hombres que, de otra manera, no hubiera siquiera intuido su existencia.
    Saludos!

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  2. Lo más gracioso es que el alma, probablemente, nunca se "hizo". La vida es un proceso, no hay ningún momento preciso en que se haga o se deshaga. Aunque sabemos distinguir la vida y la muerte, como el poeta.

    Pessoa: Dios no existe, ¿pero dónde está?

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  3. Estos versos son un fragmento de un poema largo, bellísimo, "Duda y amor sobre el Ser supremo" (1985), que tiene gran valor testimonial, porque se publica cuando el poeta tiene ya 87 años, se la ha muerto su amigo íntimo Vicente Aleixandre, y se siente ya cercano a la muerte. No es, desde luego, un simple juego poético.

    Me gusta el poema porque refleja una desazón universal, expresada en forma lírica o filosófica desde hace milenios.

    El poeta español Dámaso Alonso (1898-1990) es uno de los grandes, y merece ser conocido. Aquí os dejo un link de interés:

    http://www.mcu.es/libro/plantilla?id=801&area=libro&id_autor=1007225&obra_prem=null&ano_premio=1978

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  4. Muy interesante el poma reflexión, aunque no creo que sea muy sano tomarse de manera tan obsesiva como este hombre lo de la muerte y la existencia/inexistencia Dios.

    Una vez lei en un libro de Abraham Maslow que era imposible ser feliz siendo existencialista. No tengo el libro a mano así que cito de memoria, con lo cual las palabras pueden ser distintas pero el sentido era más o menos ese y, más o menos, estoy de acuerdo.

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  5. Bueno, mendinho, es que Dámaso Alonso ya tenía 87 años al tiempo de publicar estos poemas. Si a esa altura de la vida no piensas en la muerte... ¿cuándo?

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  6. Una señora gallega enlutada y en sus noventa, en una conversación le decían que nunca se sabía si podría haber una III Guerra Mundial, a lo que ella respondió Bueno, algunos aún habremos de quedar, ¿no?. Obsérvese el sabio manejo de la retranca en la que esta señoriña manifestaba de manera velada que ella no pensaba precisamente en morir pronto.

    En todo caso, los versos son preciosos, Joaquín. Parafraseando al ateo Le Corbusier, aún sin ser un hombre religioso, poseo el sentido de lo sagrado y lo espiritual.

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  7. Qué hermoso Joaquín, y cuánto vértigo en esos versos: cuánta lucha entre lo que a través de nuestros sentidos y mediante la razón podemos concluir y la razón misma, que nos plantea la posibilidad de ser eternos.


    Saludos

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  8. Hola Joaquín.

    Al no encontrar ningún correo donde dirigirme, he optado por darte las gracias dejando un comentario. También te agradezco tu visita y tu comentario, así como el hecho que hayas enlazado mi bitácora en tu 'blog'. Yo he hecho lo propio con la tuya y la enlacé a mi blog,

    Un saludo cordial

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  9. El poema es precioso y narra la angustia de la cercana muerte y un deseo de pervivencia más allá.
    Quisiera comentar un par de cosas.
    Se puede ser feliz siendo existencialista. Claro que si, como siendo ateo. Uno es feliz cuando está en paz consigo mismo, pero es difícil concebir la felicidad del otro, porque no piensa existencialmente como él.. De Camus es esta hermosa frase: "la negación y el absurdo no son lo importante: son lo que hay".
    Te sugiero, si es que no lo conoce ya, la lectura de un poema y poeta catalán, abuelo del actual president, que tuvo una íntima relación con Unamuno: Joan Maragall. Se trata de "El Cant espiritual" Hay traducciones en la red al español, pero a mi me suena en catalán muy bien. Lo coipio aquí en cualquier caso.
    Si el món ja és tan formós, Senyor, si es mira
    amb la pau vostra a dintre de l'ull nostre,
    què més ens podeu dar en una altra vida?

    Per això estic tan gelós dels ulls i el rostre
    i el cos que m'heu donat, Senyor, i el cor
    que s'hi mou sempre... i temo tant la mort!
    Amb quins altres sentits me'l fareu veure,
    aquest cel blau damunt de les muntanyes
    i el mar immens i el sol que pertot brilla?
    Deu-me en aquests sentits l'eterna pau
    i no voldré més cel que aquest cel blau.

    Aquell que a cap moment li digué "Atura't",
    sinó al mateix que li dugué la mort,
    jo no l'entenc, Senyor; jo que voldria
    aturar tants moments de cada dia
    per fe'ls eterns a dintre del meu cor!...
    O és que aquest "fer etern" és ja la mort?
    Mes llavors la vida què seria?
    Fóra l'ombra només del temps que passa,
    la il.lusió del lluny i de l'aprop
    i el compte de lo molt i el poc i el massa,
    enganyador, perquè ja tot ho és tot?

    Tant se val! Aquest món, sia com sia,
    tan divers, tan extens, tan temporal;
    aquesta terra, amb tot lo que s'hi cria,
    és ma pàtria, Senyor; i no podria
    ésser també una pàtria celestial?
    Home só i és humana ma mesura
    per tot quant puga creure i esperar:
    si ma fe i ma esperança aquí s'atura,
    me'n fareu una culpa més enllà?
    Més enllà veig el cel i les estrelles
    i encara allí voldria ésser-hi hom:
    si heu fet les coses a mos ulls tan belles,
    si heu fet mos ull i mos sentits per elles,
    per què aclucà'ls cercant un altre com?
    Si per mi com aquest no n'hi haurà cap!
    Ja ho sé que sou, Senyor; però on sou, qui ho sap?
    Tot lo que veig se vos assembla en mi...
    Deixeu-me creure, doncs, que sou aquí.
    I quan vinga aquella hora de temença
    en què s'acluquin aquests ulls humans,
    obriu-me'n Senyor, uns altres de més grans
    per contemplar la vostra faç immensa.
    Sia'm la mort una major naixença!

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  10. No, no se puede ser feliz siendo existencialista; ni siendo camionero o cirujano o... no se puede ser feliz si se es inteligente. O una cosa o la otra. Y estos versos son de un hombre tan inteligente como para no deslizarse ni un milimetro en lo curso.
    Eso sí, de vez en cuando recordamos que tal o cual día nos lo pasamos muy bien. Y generosamente a ese pasado lo llamamos feliz.
    Los griegos sabían que para considerar a un hombre feliz había que esperar al último día de su vida: Solón y Creso.

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  11. Ya que te has pasado por aquí, Gregorio, tendríamos que advertir que esa comezón y zozobra de Dámaso Alonso me recuerda el debate socrático / platónico del Fedón, a las puertas de la muerte. En realidad todos estamos 'en capilla', aunque no se nos aparece esa verdad hasta el momento crítico.

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