De dentro de Fora ouvi-a...
Ó Universo, eu sou-te...
Oh, o horror da alegria
Deste pavor, do archote
Se apagar, que me guia!
Cinzas de ideia e de nome
Em mim, e a voz: Ó mundo,
Sermente em ti eu sou-me...
Mero eco de mim, me inundo
De ondas de negro lume
Em que pra Deus me afundo.
Brilla una voz en la noche... / desde dentro de Fuera la oía... / Oh Universo, yo te soy... / ¡Oh, el horror de la alegría / de este pavor de que se apague / la antorcha que me guía! // Cenizas de ideas y de nombre / en mí, y la voz: Oh mundo, / sermente en ti yo me soy... / Mero eco de mí, me inundo / de olas de negra lumbre / en que hacia Dios me hundo. [Traducción de Ángel Campos]
Fernando_Pessoa
Brilla una voz en la noche... / desde dentro de Fuera la oía... / Oh Universo, yo te soy... / ¡Oh, el horror de la alegría / de este pavor de que se apague / la antorcha que me guía! // Cenizas de ideas y de nombre / en mí, y la voz: Oh mundo, / sermente en ti yo me soy... / Mero eco de mí, me inundo / de olas de negra lumbre / en que hacia Dios me hundo. [Traducción de Ángel Campos]
Fernando_Pessoa
Mmmm... Pessoa es uno de mis favoritos porque es como la Trinidad (tres personas en una):
ResponderEliminarÁlvaro de Campos es el Pessoa joven, liberal, republicano, optimista y futurista.
Ricardo Reis es el Pessoa viejo, conservador, monárquico, pesimista y tradicionalista.
Alberto Caeiro es el Pessoa metafísico (Há metafísica bastante em não pensar em nada).
Así que supongo que este Pessoa será el tercer Pessoa.
Según la edición que manejo de la antologia poética bilingüe (Galaxia Gutenberg, 2001, página 514), el poema gira bajo el nombre del propio Pessoa ('ortónimo'), y no de ninguno de sus 'heterónimos', por ser un poema inédito a su muerte (1935).
ResponderEliminarGrande, Pessoa!!!
ResponderEliminarMendinho, Eggy, veo que de momento hay consenso...
ResponderEliminarSencillamente impresionante. Saludos cordiales.
ResponderEliminarNunca había relacionado la expresión "hundirse" con la figura del creador... curiosa y un poco intranquilizadora sensación ¿no?
ResponderEliminarCaboblanco, es un poema panteísta, en que se identifica a Dios con el mundo y con el escritor mismo. Fernando Pessoa era, entre otras cosas más extrañas, adepto del esoterismo.
ResponderEliminarPor cierto, Pessoa murió de cirrosis con 47 años. En la última foto que se conserva de él, pocos días antes de morir, parece un viejo de ochenta años. Eso sí que es sobrecogedor.
ResponderEliminarGenial siempre Pessoa!!!
ResponderEliminarAdemás, como estudio lengua portuguesa tengo el placer de leerlo sin necesidad de traducción. Creo que me apunte a Portugués por su culpa...
No le conocía, me confieso, como desconozco a tantos; por eso es un placer leerte Joaquín. Esta vez me has sobrecogido y te doy las gracias.
ResponderEliminarTe quería agradecer tu visita y me encuentro con el señor Pessoa, lo que quiere decir que volveré a parar por tu espacio.
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