In questa casa ospite di amici / il quindicenne / Wolfgang Amadeus Mozart / soggiornò festevolmente / durante il carnevale 1771 // La città di Vivaldi e di Goldoni / vuole qui ricordato / il fanciullo salisburghese / nel quale la grazia del genio musicale / e il garbo settecentesco / si fusero en una purissima poesia // Nel secondo centenario / il Comune di Venezia e l'Azienda Autonoma Soggiorno e Turismo 1971 [Ponte dei Barcaroli].
En cualquier urbe oscura, donde amortaja el humo
Al sueño de un vivir urdido en la costumbre
Y el trabajo no da libertad ni esperanza,
Aún queda la sala del concierto, aún puede el hombre
Dejar que su mente humillada se ennoblezca
Con la armonía sin par, el arte inmaculado
De esta voz de la música que es Mozart.
Luís Cernuda, "Mozart (1756-1956)" (fragmento)
En cualquier urbe oscura, donde amortaja el humo
Al sueño de un vivir urdido en la costumbre
Y el trabajo no da libertad ni esperanza,
Aún queda la sala del concierto, aún puede el hombre
Dejar que su mente humillada se ennoblezca
Con la armonía sin par, el arte inmaculado
De esta voz de la música que es Mozart.
Luís Cernuda, "Mozart (1756-1956)" (fragmento)
Historias de la Historia, que cuando sucedieron sólo eran historias.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Pero que pedazo de Historia!
ResponderEliminarPues sí.
ResponderEliminarEse recuerdo del Comune di Venezia está a la altura de los versos cernudianos, tan bien enlazados.
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Convengo con vosotros. El texto de la lápida está muy bien, a diferencia de la prosa administrativa que muchas veces se gasta en estas cosas. Y los versos de Cernuda, muy lapidarios, nunca mejor dicho.
ResponderEliminarDe Italia te has apoderado de parte de su patrimonio y lo estás compartiendo con nosotros.
ResponderEliminarGracias Joaquín por todos estos post llenos de vida, con alma propia.
Los versos de Cernuda, sin palabras.