26 enero 2011

Político


Hará un par de semanas que comentaba aquí en el blog mi relectura entusiasta del diálogo platónico Sofista. Voy a repetir experiencia, refiriendo ahora mi estreno en la lectura del Político, que siempre se me había resistido, no sin motivo, como se verá. La cosa política, la res publica, es el mayor asunto que ocupaba en lo personal y profesional a Platón. Por eso haría bien, quien desease conocer en su raiz el movimiento platónico, en hincarle el diente a la Apología de Sócrates, a la apasionante Carta séptima y, desde luego, al diálogo sobre la República, esto es la Politeia.

¿Por qué he escogido como ilustración del político, en la fotografía de arriba, a don Manuel Azaña? Hubiera sido facilón recurrir a Pericles, o a Julio César. En el enjambre republicano español, Azaña es un caso excepcional: como Sócrates era feo, y un fracasado, y sufrió prisión hasta sus últimos días. En la estela de Platón y de los humanistas, escribió un soberbio y desengañado diálogo, La velada en Benicarló, texto capital del siglo pasado. Pronunciaba discursos en las plazas de toros, como los antiguos atenienses en el ágora. Azaña fue un político en el sentido más clásico del término.

Pero esto es sólo analogía epidérmica, de política en minúsculas. La Política con mayúsculas es de lo que versa este diálogo platónico a primera vista tan árido e insípido como es el Político. Aquí se nos cuenta el fascinante mito de Cronos, traducción plástica, incluso mecánica, del tema de la lección: ¿por qué necesitamos de la política? En el clásico de la República, el diálogo se vuelve a la realidad empírica, y por eso es entretenido y grato de leer. En cambio, en el Político, texto mucho más exigente, y hasta pesado, la reflexión se introvierte a los principios. Pero igual que el Sofista para la metafísica, es admirable que el Político contenga en cifra la reflexión política del porvenir. Es un texto humilde, pedestre incluso, pero capital. Y en su caracterización del político como urdidor, descubro la grandeza política, hasta en sus errores, del presidente Azaña; platónico hasta el extremo de ser un filósofo metido en política.

...Y ya que estamos, se nos anuncia que la Introducción al vocabulario de Platón (aún en prensa), del profesor Gregorio Luri, se traducirá ¡al búlgaro! [El café de Ocata]. Ya hablaremos.
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8 comentarios:

  1. Joaquín, una entrada más como esta, y empiezo con la Apología, y acabo con las Leyes. Palabrita...

    España (el mundo entero quizá) nunca ha tenido políticos-filósofos, salvo alguna honrosa -y dudosa- excepción (Semprum? Punset?). El hecho es que eso del gobierno de los mejores platónico, es decir, el gobierno para los filósofos, no ha llegado a calar, a pesar de que el resto de las enseñanzas de la Academia han influido bastante, permaneciendo en el transcurso de los siglos. Incluso los viajes a Siracusa fueron un fracaso. ¿Porque se equivocó tanto en esto? Por si hubiese alguna duda, solo tenemos
    que ver el grado intelectual de nuestra clase política. Son más bien cortitos... ¿Tendrá esto algo que ver con lo que nos está pasando??

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  2. Bueno, Paco, yo no sería tan pesimista como tú. En algunas latitudes, es tradición que los políticos procedan de la academia, como era Kissinger. Otra cosa es que el barullo de intereses y conflictos que le rodean, les impida hacer "gobierno filosófico".

    En España, tuvimos un político de estirpe humanista, Leopoldo Calvo Sotelo (acabo de ver en la librería un libro de homenaje a su dimensión intelectual, y cultural). Aunque su cultura la puso al servicio del país, y lo que interesaba en ese momento.

    Hay que pensar que Platón fracasó en Siracusa, y padeció aventuras dignas de que se rodase una película. ¿Se atrevería Hollywood?

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  3. Bueno Joaquín. Me sonrío viendo el grado de afinidad que tenemos: siempre he pensado que la vida de Platón daba para hacer una película (por lo menos) de las épicas. Tipo Quo Vadis o Ben Hur. De hecho hasta tengo pensado como debería empezar. ¿Que te parece en el momento en que van a aplicar la condena de la cicuta a Sócrates? Esa ssituación tensa, de sus alumnos completamente perdidos y nerviosos intentando salvarle, incluso sobornando a los guardianes, y Socrates consecuente con sus ideas, dando por zanjado el asunto. Luego PLatón marchándose porque no quiere verlo. El exilio para que no le relacionen con Sócrates. Ese instante creo que engancharía.
    Y luego escenas del Banquete... con buenos diálogos, de calidad... SERA POR DIALOGOS!! Otra escena intrigante es su venta como esclavo, y como luego en uno de sus dialogos dice que incluso un esclavo es capaz de llegar a descubrir la verdad: esto que nos parece ahora tan normal, era completamente revolucionario en la época. Pienso que la película podría terminar cuando ya ha vuelto de todos sus desventuras y se instala definitivamente en Atenas. Acabando con un alegato a su proyecto filosófico, y diciendo que, como cuentan algunos, toda la filosofía occidental no son más que notas al pie de página de las enseñanzas de Platón.
    Ya solo queda buscar unos buenos actores para hacer de protagonistas. A quien podrías de Platón? Y de Sócrates? Y de Dionisio? Y de Aritóteles (este de momento sería secundario)...?
    POr cierto, acabo de recordar (en estos días se celebra el aniversario de su muerte) que Tierno Galván estaba bastante relacionado con la filosofía (tradujo el Tractatus...), pero sigo siendo pesimista. Me da la impresión que los políticos toman su trabajo como una vocación de poder, en vez que de servicio. UN saludo.

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  4. Bien, Paco, ya veo que tienes preparado el script...

    De Platón, yo pondría a Sean Connery. De Sócrates, pudiera ser Joe Pesci. De Aristóteles, Matt Damon. Y de Dioniso... Robert De Niro, o Michael Caine.

    No hay que olvidar el papel de la mujer de Sócrates, Jantipa. Ahora no se me ocurre a qué actriz se lo podemos adjudicar.

    Puede ser que me hagan caso, y que incluso ya estén tomando nota.

    Tierno Galván tuvo una sonada competición con Fraga Iribarne, en oposiciones a cátedra (de política, si no me equivoco).

    Y Peces Barba.

    Vamos, que empezamos a hacer inventario de nuestros políticos académicos, y no terminamos.

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  5. UN abrazo sin sofística, don Joaquín.

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  6. Enhorabuena por el Vocabulario, Gregorio, estoy sobre ascuas de tenerlo en las manos ya.

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  7. Acepto a Sean Connery como Platón, incluso a Damon con Aristóteles. Otro que podría ser Dionisio es Jack Nicholson. Pero a mi me gusta mas Robin Willians como Sócrates (y porque Mickey Rooney ya está demasiado mayor -o muerto, no lo sabría decir con seguridad-, si no lo contratábamos).
    Ya solo queda llamar a Mel Gibson, para que la película se ruede en griego clásico (como Apocalyto en Maya y Jesucristo en hebreo). ¿tienes su teléfono a mano? Es que yo me lo tendría que buscar.

    Nota: Para Jantipa yo podría a Susan Sarandon...

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  8. Ah, pues mira, Susan Sarandon está muy bien pensada. Ahora mismo me pongo en contacto con su agente.

    Sobre el papel de Sócrates, parece que está muy disputado, así que tendríamos que abrir un casting.

    En cuanto a Mel, en cuanto se lo propongamos, seguro que acepta. Aunque siempre tendremos la baza de Abenámar (que ya ha rodado Hypatia).

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