El otro día estuvimos discutiendo con una madre de hijo adolescente, una vez más, sobre la inveterada cuestión de si los libros son caros. La madre compungida me contaba que se vio apremiada a comprarle al niño, de un día para otro, un libro de lectura obligatoria en el Instituto, La familia de Pascual Duarte. Se fue corriendo a "La Casa del Libro", e insistió en que le mostrasen lo más barato, en bolsillo. La edición de Destino, la que le enseñaron, me decía, costaba 18,50 euros. Le parecía caro, y a mí también. De hecho, esta novela de Camilo José Cela se puede encontrar mucho más barata, en la edición de Austral, por unos 7,95 euros. Con todo, para muchas familias que tengan lo justo para comer y vestir, y encender las luces, un gasto como este, que parece modesto para un asalariado, puede representar una carga, un lujo.
Yo no sabría decir, en verdad, si un libro de 7,95 euros es objetivamente caro o barato. En parte es de apreciación subjetiva del consumidor, y depende de sus prioridades de compra. Se me ha ocurrido una forma de medirlo, que voy a llamar el índice Orwell. Se construye con estadística muy rudimentaria. Digamos que su novelita Animal Farm. A fairy story, puede ser un libro representativo de gran lectura de muchos jóvenes ingleses. Puede comprarse, en la edición barata de Penguin, por £ 7,08, unos 8,99 euros al cambio [Book Depository]. Para comparar este precio inglés con los precios españoles, puede además introducirse una corrección, que depende del PIB per capita de Reino Unido y España [eurostat]. En el año 2014, el índice, respecto de la media UE28 ha sido respectivamente de 109 y 91 (España es un 17% más pobre, de media, que el Reino Unido). El índice Orwell corregido sería entonces de 7,50 euros (=8,99*91/109). Es muy próximo al "índice Pascual Duarte" (7,95 euros). Podríamos afirmar entonces que los libros de lectura escolar en España no son necesariamente más caros que en el Reino Unido, tomando como referencia de contraste nuestro "índice Orwell". Claro que la percepción es que en el Reino Unido puede haber más afición a la lectura, y oferta más abundante de libros sixpence.
Yo diría que los escolares españoles debieran aplicarse a leer mejor la fábula orwelliana Rebelión en la Granja, antes que el Pascual Duarte. Y si se pretende que lean los clásicos modernos de nuestra lengua, sería preferible que leyesen el Marcelino pan y vino. Pero estos son ideas extravagantes de un outsider como yo, naturalmente.
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