05 octubre 2017

Martí de Riquer en El Jueves

Continúo con la descripción de libros que he comprado en el rastro sevillano de El Jueves. Preceden, en artículos anteriores, los libros de religión [1], los libros de leyes [2], y la literatura inglesa [3]. Y ahora le toca el turno a los clásicos, que son para mí la literatura escrita en lengua castellana o española. Jorge Luís Borges ha definido a los clásicos en un ensayo célebre, aunque yo no voy a repetir ahora su definición, pero sí recordar su cautela de que "las coincidencias o novedades importan menos que lo que uno cree verdadero" [Borges]. Yo los defino a los clásicos como los libros que siempre tendremos con nosotros. Verdad es que no hay metro de medir el clasicismo, y que cada lector tiene sus preferencias. Si es unánime, o la preferencia es del mayor número, tenemos ahí un clásico (J. L. Borges ya lo es). Cuando repaso la lista de títulos que sigue a continuación, me llama la atención que se componga en gran parte de libros marginales. Pero no tanto, pues cuento hasta tres libros cervantinos, que es el clásico por excelencia. Si  los clásicos están en todas partes (véase el caso del Quijote), no parece que sean de venta sencilla en una feria. En estos lugares se reclama la atención con los libros exóticos, populares o procaces. Pero juzgue el lector sobre estos libros, que reseño por orden de antigüedad:

Alfonso El Sabio, General Estoria. Tercera parte. IV. Libro de Salomón: Cantar de los Cantares, Proverbios, Sabiduría y Eclesiastés. Edición de Pedro Sánchez-Prieto Borja y Bautista Horcajada Diezma. Madrid, Editorial Gredos, Biblioteca Románica Hispánica, 1994. Texto a doble columna de la versión castellana alfonsí y de la latina de la "Biblia de París", texto corrompido de la Vulgata vigente en la Sorbona en el siglo XIII. Es un testimonio del "romanceamiento bíblico medieval".

Ramón Menéndez Pidal (ed.), Textos medievales españoles. Ediciones críticas y estudios. Obras de R. Menéndez Pidal, tomo XII. Madrid, Espasa Calpe, 1976. LI láminas. La edición reproduce obras tales como la Disputa del alma y el cuerpo, o el Auto de los Reyes Magos, hasta el Poema de Yúçuf.

Samuel G. Armistead, Joseph H. Siulverman, Tres calas en el romancero sefardí (Rodas, Jerusalén, Estados Unidos). Con un prólogo de R. Menéndez Pidal. Traducción parcial de Iacob M. Hassán y Selma L. Margaretten. Transcripciones musicales y estudio de Israel J. Katz. XII láminas. Glosario de turquismos, hebraísmos y formas judeo-españolas poco usuales. Valencia, Editorial Castalia, 1979. Edición de romances sefardíes tomando como referencia el testimonio de manuscritos aljamiados, y de judíos sefardíes de Europa oriental refugiados en los EEUU.

Fernando de Rojas (1491), La Celestina. Introducción y notas de Juan Mateos. Barcelona, Ramón Sopena Editor, s.f. (¿1920?). El editor defiende que el bachiller Rojas fue el único autor de toda la Comedia de Melibea. En contra, hoy, Govert Westerveld [laopinión].

Fray Antonio de Guevara (1539), Libro primero de las Epístolas Familiares. Tomo II. Edición de José María de Cossío. Madrid, Aldus Artes Gráficas, colección "Biblioteca Selecta de Clásicos Españoles", 1952. Impreso a expensas de la Fundación Conde de Cartagena. La última de las epístolas, la que hace la número 43, "Letra para el Abad de Compluto, en la qual se declara por qué Dios da tribulaciones a los justos", en latín.

Miguel de Cervantes Saavedra (1585), Primera parte de la Galatea. Dividida en seis libros. Dirigida al ilustrísimo señor Ascanio Colonna, Abad de Santa Sofía. Barcelona, Ramón Sopena Editor, s.f. El libro tiene firma de su primer propietario, "Octubre 1º de 1917", una edición contemporánea de la revolución bolchevique. Está viejo, pero tiene bellas ilustraciones.

Martín de Riquer, Aproximación al Quijote. Prólogo de Dámaso Alonso. Biblioteca Básica Salvat de los libros RTV, 1970. Esta de R.T.V. fue una colección de libros populares y baratos, que aún sobrevive dignamente en los mercadillos. Este de Riquer, que me costó 1 euro, es la recuperación del mismo que leí en el bachillerato, que había extraviado. A Martí de Riquer, filólogo catalán y académico de la española [rae], se le debe un librito delicioso, Cervantes en Barcelona (1989).

Miguel de Cervantes Saavedra (1615), Novelas ejemplares. Edición ilustrada. 16 grabados en negro y 14 cromotipias. Barcelona, Editorial Ramón Sopena, colección "Biblioteca Hispana", 1956. Bonita edición, con el texto mondo de las novelas, sin notas ni introducciones, ni nada de eso. Le plaisir du texte. Incluye la novela de "La tía fingida", que no tengo motivos para negársela a Cervantes (las primeras líneas y el aire de vodevil, o entremesil, de la historia, son inconfundiblemente cervantinos), aunque me parece flojita, como de autor joven y primerizo, que no resiste la comparación. Con razón Cervantes la excluiría de la edición de 1615. En cierto modo, Miguel de Cervantes también ha sido víctima de los papeles inéditos que todo autor guarda imprudentemente en el cajón.

Lope de Vega (1612), Pastores de Belén. Refundión y prólogo de Rafael Olivares Figueroa. Ilustraciones de Juliá Riu. Barcelona, Editorial Juventud, 1960 (1ª de 1941). "Aunque me pareció adolecía de graves inconvenientes para ser colocada en manos de niño, la reiterada lectura y meditación hubieron de llevarme al convencimiento de que si, con cuidado, se eliminaban de ella los pasajes que, por su  oscuridad, pesadez, crudeza o descuido, lo tornaban anti-infantil, sin que se quebrantase la unidad ni se deformase la gala del estilo, los Pastores de Belén se tornarían en uno de los más bellos libros para la infancia..." (del prólogo de R. Olivares Figueroa, fechado en Córdoba, Navidades de 1935 [Dialnet]). Sobre el ilustrador [gec]. Es mi última compra en El Jueves, una invitación a la ternura y a la bella esperanza.

Joaquín de Entrambasaguas, Vida de Lope de Vega. Con 16 láminas. Barcelona, Editorial Labor, colección "Pro Ecclesia et Patria", 1942 (1ª de 1936). Una biografía subyugante, que recomiendo, ahora que todavía puede encontrarse en las librerías de viejo a precio barato.

Enrique Gil y Carrasco (1844), El señor de Bembibre. Nota preliminar de Federico Carlos Sáinz de Robles (donde dice que "es la más bella novela histórica de nuestra literatura"). Madrid, Editorial Aguilar, colección "Crisol", 1944. De ocasión. Los libros "Crisol" son un clásico de los libros viejos (es cierto que unos títulos más demandados y cotizados que otros). Este tiene la curiosidad de haberse publicado el año del centenario de la novela (1844-1944).

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