La película Un día sin mexicanos (los gringos van a llorar), de título original A Day Without a Mexican (Sergio Arau, 2004), yo no la he visto. En el "tomatómetro" del sitio Rotten Tomatoes, alcanza una puntuación por parte de los críticos de cine del 27% [ver], así que debe ser una película flojita, una comedia de puro entretenimiento sin pretensiones. No obstante, es una película que ha quedado en esa cosa que llaman (y no se sabe muy bien qué es), el imaginario colectivo, o al menos yo la tengo presente algunas veces. Se trata de qué pasaría en la vida cotidiana de las familias de Norteamerica, si un buen día desaparecieran como por encantamiento los mexicanos, esa legión de trabajadores subalternos, muchas veces explotados en condiciones precarias, o incluso en la ilegalidad. Una trasposición a la realidad española, dicen que sería "un día sin latinoamericanos", pero también valdría un día sin magrebíes (que los tenemos más cerca), o incluso un día sin gitanos. El planteamiento es muy bueno, porque nos hace reflexionar sobre el valor y dignidad singular de cada persona, sea cual fuere la ocupación a la que se dedique (se da por descontado ni el color de su piel), pero además con la extraña circunstancia que los trabajos más valiosos debe ser, precisamente, aquellos que tendemos a despreciar más, los de limpiar o servir, etc. Valga esto como tip of the day.
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