Otro gran bibliófilo, artífice de la biblioteca que lleva su nombre en Santander [bmp], y director, hasta su muerte en 1912, de la Biblioteca Nacional [bn], es naturalmente don Marcelino Menéndez Pelayo. En su calidad de coleccionista de libros, tal vez sólo tenga como igual a don Hernando Colón, hijo del Almirante, sepultado en la catedral de Sevilla, del que recibimos, muy maltrecha de saqueos, la Biblioteca Colombina. Esta mañana hice acto de presencia en el mercado de la calle Feria, sin ver nada de particular (porque ya estamos en verano), si no fuese por un par de libritos de la colección "Austral" de Espasa-Calpe, que son mi debilidad. Uno es San Isidoro, Cervantes y otros estudios, de Marcelino Menéndez Pelayo. Selección y nota preliminar de José María de Cossío (Madrid, 1959, 4ª ed.). Contiene entre otros el estudio "Cultura literaria de Miguel de Cervantes y elaboración del Quijote", discurso leído en el Paraninfo de la Universidad Central en la solemne fiesta académica de 8 de mayo de 1905. Es interesante porque fue la ocasión en que don Marcelino se pronunció en público sobre Cervantes y el Quijote. Tiene la curiosidad de llevar un sello con su precio antiguo, "Pesetas 40". El otro austral es un tomo de la serie de Vidas paralelas de Plutarco, este contiene las de Cicerón y Demóstenes, y Demetrio y Antonio (Madrid, 1969, 4ª ed.). Otra curiosidad, es que lleva adherido sello de la librería Tarsis, de cuando estaba en la calle Méndez Núñez, 17, dando a la plaza Nueva. Ambos dos a un pavo. Con esto parece que me gradúo de coleccionista de los tomitos antiguos de la colección Austral, aunque a los que tengo más aprecio son los que me regalaron o compré de adolescente.
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