Para los sevillanos, Miguel Mañara Vicentelo de Leca es uno de nuestros grandes héroes. Héroe en santidad (aunque no haya rebasado aún la categoría de venerable). Distinguido comerciante de ascendencia corsa, dio un espectacular viraje a su vida, al morir su esposa. Refundó la Santa Caridad, donde todavía hoy, por mandato de sus estatutos, se da asilo a los pobres agonizantes y se les da cristiana sepultura a costa de la corporación. Es una de las más bellas y humanistas tradiciones de la ciudad. Sobre Mañara gravita hoy, digámoslo así, un tópico de segundo grado, y es el advertir que no se confunda su venerable figura con la del impenitente Don Juan, o el burlador de Sevilla. Triste invención de los viajeros románticos, y que ha persistido hasta poco tiempo. Todos han oído hablar de Don Juan. ¿Pero es igualmente conocido Mañara? En un paseo por las librerías de Sevilla pueden encontrarse algunas buenas biografías populares del personaje, como es la de Carlos Ros. Ahora quiero hacerme eco de la aparición del imponente estudio del investigador francés Olivier Piveteau, Don Miguel Mañara frente al mito de Don Juan (Sevilla, Cajasol Fundación, 2007). Libro en dos volúmenes, en gran formato, cuyo primer mérito, el más visible, es contener una amplia iconografía sobre la figura de Mañara y su entorno. La obra hace un recorrido por la triple dimensión histórica, legendaria y literaria de Mañara. Creo que los sevillanos, como dice el Hermano Mayor de la Santa Caridad en su prólogo, podemos felicitarnos de este solvente estudio sobre la querida personalidad de Miguel Mañara.
La Hermandad lleva más de un siglo y pico con el empeño de desfacer el entuerto-confusión de Don Juan=Don Miguel de Mañara (cosa que, por lo menos en la génesis literaria del personaje primigenio de Tirso, está fuera de toda duda). Y, sin embargo, me resulta más atractivo "el pecador Mañara" convertido en el humilde Don Miguel, recogiendo pobres por las calles de Sevilla. Incluso reslta un más poderoso y clamoroso ejemplo de santidad-virtud. Y cuando él mismo se proclama el peor hombre y el mayor pecador...por algo sería.
ResponderEliminarDesde luego, si el barroco sevillano hubiera que caracterizarlo en un personaje real, ese es, sin duda, Don Miguel.
Una gloria de Sevilla.
+T.
Hola tocayo, soy Joaquín II del blog de Quiñonero. Solamente me gustaría preguntarte si conoces la obra de teatro de Oskar Milosz sobre Miguel de Mañara (se llama así.)Mi interés por Oskar Milosz proviene de mi pasión por la obra de un familiar suyo, Czeslaw Milosz.
ResponderEliminarMuchos saludos
Hola, Joaquín, tocayo. La verdad es que no había oído hablar de Oscar Milosz hasta hace 72 horas. Era un escritor políglota, de origen polaco, aunque escribió su obra literaria en francés. El libro del profesor Piveteau, en bibliografía, registra esta referencia:
ResponderEliminarMILOSZ, O.V. de L. [Oscar Vladislas de Lubicz-Milosz], Miguel Mañara ("misterio en seis cuadros") [1ª ed.: París, Nouvelle Revue Française ("NRF"), núms. 45 y 46, 1912], París, André Silvaire, 1957, reed. 1986, 136 pp.
Hay una ópera de Henri Tomasi, estrenada en 1955, que toma como libreto esta obra de O. Milosz.
En el enlace al C.V. del profesor Piveteau habrás visto que se ha dedicado al estudio de la obra de O. Milosz. Son artículos, y la entrada « O.V. de L. Milosz », en el "Dictionnaire de Don Juan", dirigido por Pierre Brunel (París, Robert Laffont, 1999).
Feliz año nuevo.
ResponderEliminarUn abrazo.