06 septiembre 2006

Siddhartha

Siddhartha (1922) es un relato luminoso como un antiguo apólogo oriental, del escritor alemán Hermann Hesse. Relata en muy pocas páginas toda la vida de búsqueda del hijo de un bramán, hasta que alcanza en la vejez la sabiduría.

Es admirable que un escritor europeo, Hesse, acierte en plasmar el espíritu del budismo. Un relato que explica que cada uno ha de vivir su vida. Releído muchas veces, dirá cosas distintas en edades diversas.

Cuando alguien busca -dijo Siddhartha-, suele ocurrir que sus ojos sólo ven aquello que anda buscando, y ya no logra encontrar nada ni se vuelve receptivo a nada porque sólo piensa en lo que busca, porque tiene un objetivo y se halla poseído por él. Buscar significa tener un objetivo. Pero encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivos.

18 comentarios:

  1. Lo lei hace unos años y se me abrió un panorama religioso/filosófico que era de mucho interés.
    Una religión no castrante, una religión sin dios, una sindéresis casi de claridad párvula y un mundo sin miedos.
    Puede que la tradición judeocristiana, a la cual Hess preguntaba, me hiciera revisar, por contraste, esta vida de Buda, pero en su día, y aún hoy fuer muy liberador.
    Saludos y enhorabuena por el blog.

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  2. Qué bella es la infancia qué solo encuentra.

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  3. El querido Hesse nos viene a recordar que la sabiduría no sabe de orientes y occidentes. Se tiene o no, y lamentablemente, son muy pocos quienes pueden presumir de tenerla (de hecho, quienes la tienen jamás presumirían de ello).
    Has transcripto uno de mis pasajes favoritos.
    Saludos!

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  4. Pues sí, eggy, pero si hubiera de buscar algún defecto en este relato tan perfecto, sería que nos cuenta al final una "sabiduría" que sin embargo cada uno ha de hallar por sí mismo (la sabiduría no se deja explicar ni enseñar, se encuentra).

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  5. Hay una tradición europea que pasa por Hees y por el interés de Jung por el I Ching que tiene por objetivo explorar otro conocimiento. Curiosamente Hesse está, pienso yo, como devaluado, casi al igual que sus compañeros de generación; Zweig, Mann...
    Casualmente, donde estoy pasando unos días y donde trabje libros que no cabían en mi otro domicilio, he encontrado un viejo volumen de Hesse, con varias novelas, y he recordado con un enorme placer el extraño "El Juego de los Abalorios".
    Siempre me digo que releer no es perder el tiempo.

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  6. Hola a todos:
    En tercero de BUP mis compañeros hablaban mucho de este libro y todos hacian una gran critica del mismo. Sin embargo yo me decante por El castillo de Kafka y no he vuelto a tener oportunidad de leerlo.
    Saludos a todos.

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  7. Parece que hay consenso sobre el "Siddharta". Wally, este es el momento de leerlo !

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  8. Nunca conseguí que me interesara su lectura. Tampoco sentí nunca la fascinación budista.

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  9. Gregorio, es cuestión de gustos. El relato "Siddhartha" es luminoso y bello como un apólogo oriental. Puede que esté apartado de la "prosa prosaica", valga el pleonasmo.

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  10. Wallenstein, aunque las comparaciones son feas, (no me atrevo a escribir horrorosas), de tener que escoger entre ambos yo me hubiera quedado con Kafka.

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  11. Es curioso, un novelista que busca el sentido de la existencia (Hesse) frente a otro que no se lo encuentra (Kafka). Entre uno u otro, me quedo con Hermann Hesse y su "Siddhartha".

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  12. Intenso libro que siendo un joven adolescente me causó un impactante impresión.

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  13. Hesse alienta al individuo frente a la sociedad, el ser como experiencia de liberación. Kafka es la sociedad apresando al individuo y aniquilándolo. El Castillo y Sidharta son lo contrario el uno del otro: la luz frente a la oscuridad, la liberación frente a la opresión. Curiosa elección como tema de lectura para jóvenes.

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  14. Lo intentaré... a pesar de que la literatura religiosa o filosófico me cuesta, pero no por falta de interés sino porque creo que mucha de ella es vivencia y no conciencia... Un saludo

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  15. Desde la escasa memoria de que dispongo ahora, voy a terciar acerca de Hesse y Kafka, a quienes leí hará unos 20 años.
    Ambos son de obligada lectura en el ámbito del existencialismo, (que no sé porqué parece reverdecer, ¿ó me equivoco?). Pero en ningún caso someten a una decisión tan tajante como la que manifiesta Joaquín. No entiendo porqué 'prefieres' uno a otro(aunque sí participo en que es más relativamente optimista la historia de Gregorio Samsa).
    Luis Rivera invita, con su disquisición, a la lectura de ambos.
    Por lo que me corresponde quisiera volver a releerlos, pero ayayay, con el problema del fast thinking y la procrastinación simultáneas que padezco mucho me temo que no llegaré a tan placenteros estados. De todas formas, pobre consuelo, hay tantísimo que aprender que, como suelo decirme, hay dos cosas que aborrezco en esta vida: que el tiempo 'es corto' y que el conocimiento es infinito.
    Claro que al menos me queda el bálsamo de estas páginas donde se me convierte en placer el intentar pasar (d)el tiempo.
    Un saludo a todos.

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  16. Este libro fue muy impactante para mí. Incluso una noche me desperté en medio del sueño y creí que me había muerto, porque por un instante tuve la sensación de que lo comprendía "todo". Saludos crodiales.

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  17. Y aún así yo sí creo que el que busca es lo bastante libre a veces de encontrar. Porque un objetivo no puede serlo todo en la vida. Y si lo ocupa todo entonces sí significa que se está ocupado por él.

    Un saludo.

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  18. Como bien dices "releído muchas veces, dirá cosas distintas en edades diversas". Creo que la próxima vez será mi sexta y no veo el momento de que llegue jej. Pero me gustaria ir más allá. Una lectura de Siddarthe, que te deja en un estado casi de iluminación, equilibrada con una lectura de "El lobo estaperio",que puede llegar a destruirte por dentro, te deja en un estado ecléctico casi de sabiduría absoluta. Me atrevería a decir que para mi suponen una especie de Yin Yang, es decir, necesitas encontrar un equilibrio entre ambos para poder continuar adelante pues una vez empezado el camino ya no hay vuelta atrás.....los que me entendeis ya sebeis de lo que hablo.
    Un saludo a todos

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