03 agosto 2009

El crimen del aguador de Toledo

Prosigo con mi apostolado cervantino, invitando a la lectura gozosa de las Novelas Ejemplares. Esta tarde he dejado a medio leer la novela de "la ilustre fregona", aunque ya puedo figurarme que tendrá un final feliz para todos sus personajes. Un relato entretenido que además de muchas otras cosas, contiene ingredientes de novela policiaca, y no le falta su miaja de la guasa socarrona de Cervantes.

No me resisto a copiar este pasaje que me ha hecho reír, francamente. Uno de los mozos, que se hace llamar "Lope Asturiano", y que se ha empleado de aguador en la posada del Sevillano, en Toledo, se ve envuelto en un incidente criminal y lo encierran en la cárcel:

"-Pero no puede ser así -añadió Tomás-, pues no será razón que yo deje a mi amigo y camarada en la cárcel y en tanto peligro. Mi amo me podrá perdonar por ahora; cuanto más, que él es tan bueno y honrado, que dará por bien cualquier falta que le hiciere, a trueco que no la haga a mi camarada. Vuesa merced, señor amo, me la haga de tomar este dinero y acudir a este negocio; y, en tanto que esto se gasta, yo escribiré a mi señor lo que pasa, y sé que me enviará dineros que basten a sacarnos de cualquier peligro.

"Abrió los ojos de un palmo el huésped, alegre de ver que, en parte, iba saneando la pérdida de su asno. Tomó el dinero y consoló a Tomás, diciéndole que él tenía personas en Toledo de tal calidad, que valían mucho con la justicia: especialmente una señora monja, parienta del Corregidor, que le mandaba con el pie; y que una lavandera del monasterio de la tal monja tenía una hija que era grandísima amiga de una hermana de un fraile muy familiar y conocido del confesor de la dicha monja, la cual lavandera lavaba la ropa en casa. «Y, como ésta pida a su hija, que sí pedirá, hable a la hermana del fraile que hable a su hermano que hable al confesor, y el confesor a la monja y la monja guste de dar un billete (que será cosa fácil) para el corregidor, donde le pida encarecidamente mire por el negocio de Tomás, sin duda alguna se podrá esperar buen suceso. Y esto ha de ser con tal que el aguador no muera, y con que no falte ungüento para untar a todos los ministros de la justicia, porque si no están untados, gruñen más que carretas de bueyes».

"En gracia le cayó a Tomás los ofrecimientos del favor que su amo le había hecho, y los infinitos y revueltos arcaduces por donde le había derivado; y, aunque conoció que antes lo había dicho de socarrón que de inocente, con todo eso, le agradeció su buen ánimo y le entregó el dinero, con promesa que no faltaría mucho más, según él tenía la confianza en su señor, como ya le había dicho. "
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6 comentarios:

  1. Cervantes, cada vez que se lee, es más eterno.

    Y tú Joaquín, nos lo presentan actual.

    Saludos.

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  2. Eterno... no sé. Tal vez inmortal. Aunque en la vida presente, me conformo con que el buen Cervantes nos parezca nuestro contemporáneo, como dices, Javier.

    Un abrazo.

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  3. Joaquín, dichoso apostolado el tuyo, e igual que otras nuevas, también la obra de Cervantes mantiene todo su vigor en esta época nuestra.

    Un abrazo

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  4. Me gusta el final feliz , aunque también me apasiona el peligro ...
    Ah , tendre que alistarme a sus filas ... eso si me permite le agregamos el Código Samurai ...
    Buena semana !!!
    Oh ...también le dejo flores de Isla .
    Rosna

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  5. Oh! Sobre el Código Samurai, tal vez puedas instruirnos mejor, Rosna san. Buena semana!

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