14 febrero 2010

Toses y Bruckner

El otro día asistí a un concierto de abono de la ROSS, que los sevillano tenemos el privilegio de disfrutar en el teatro del paseo Colón. Daban una fantasía para piano y orquesta de Liszt, que me dejó frío como un témpano, pero además, como plato fuerte, la 4ª sinfonía, "romántica" (1881) de Anton Brukner, dirigida con gran energía por el maestro Pedro Halffter.  La disfruté mucho y aplaudí a rabiar al final. Sólo me faltó gritar el tópico ¡bravo!, pero es que el público sevillano es muy frío, rozando la apatía, Dios sabe por qué, así que me limité a musitar un tímido ¡bien! Pero lo que sigo sin entender son las toses del público. Desde niño, que voy a las salas de concierto, he pensado que son ruidos maleducados de quienes no saben, ni entienden de música, ni respetan al público. Pero esta última tarde he tenido una revelación, cuando en un pianissimo de la orquesta, alguien se mondó la garganta... ¡es que las toses figuran en partitura para subrayar los pasajes más sublimes y que el auditorio no se duerma! Bienvenidas sean las epidemias de tos en los mejores pasajes musicales. 

7 comentarios:

  1. Toses, pipas en el cine, tabac en ...

    Decididamente en Sevilla se adicionan numerosas notas a las partituras.

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  2. Que conste, Capitán, que el cuerpo me pediría oír a Bruckner en el Maestranza fumando un puro...

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  3. Hay gargantas que habría que rebanarlas... Pero, sin acritud.

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  4. Ahí, ahí...

    (¡cuánto tiempo, Landahlauts!)

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  5. Pues te leo den el reader frecuentemente. Pero soy de naturaleza callada...

    ;)

    Saludos.

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  6. "desde el reader" quise decir.

    (siempre leo lo que escribo cuando le doy al "Publicar Comentario" ¡¡arg!!!)

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  7. Pues a mi me pasa lo mismo (que no comento, y que si lo hago, no leo lo que escribo...).

    Un abrazo andaluz

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