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La mala educación es una película estrenada en 2004, del laureado director manchego Pedro Almodóvar, en que se pretende hacer crítica de la educación deformante de los curas en el franquismo. No la he visto, aunque a decir verdad, no voy a hablar de la película, sino de la mala educación en abstracto. Y lo primero que tendría que decirle a Almodóvar es que para historiar la mala educación no le hacía falta irse tan lejos (a los años 60 del pasado siglo), sino que le hubiera bastado mirar entorno suyo. Pero, ¿qué es la mala educación? ¿Y en qué consiste ser una persona bien educada? Es fácil decir lo que no es: la buena educación no se demuestra con las buenas maneras, ni con la urbanidad, ni exhibiendo estudios superiores o universitarios. La buena educación se reduce simplemente a respetar al prójimo, y tratarle como te gustaría que te tratasen a tí. Estos días estoy reflexionando sobre la mala educación, porque la gente maleducada con la que tengo el infortunio de chocarme consigue amargar mis pensamientos. A primera vista son gente encantadora, con "buen rollo" (cada vez que oigo lo del buen rollo echo mano a la cartera). Pero por dentro son profundamente envidiosas. ¡Ay, qué mala gente! 12 octubre 2006
La mala educación
La mala educación es una película estrenada en 2004, del laureado director manchego Pedro Almodóvar, en que se pretende hacer crítica de la educación deformante de los curas en el franquismo. No la he visto, aunque a decir verdad, no voy a hablar de la película, sino de la mala educación en abstracto. Y lo primero que tendría que decirle a Almodóvar es que para historiar la mala educación no le hacía falta irse tan lejos (a los años 60 del pasado siglo), sino que le hubiera bastado mirar entorno suyo. Pero, ¿qué es la mala educación? ¿Y en qué consiste ser una persona bien educada? Es fácil decir lo que no es: la buena educación no se demuestra con las buenas maneras, ni con la urbanidad, ni exhibiendo estudios superiores o universitarios. La buena educación se reduce simplemente a respetar al prójimo, y tratarle como te gustaría que te tratasen a tí. Estos días estoy reflexionando sobre la mala educación, porque la gente maleducada con la que tengo el infortunio de chocarme consigue amargar mis pensamientos. A primera vista son gente encantadora, con "buen rollo" (cada vez que oigo lo del buen rollo echo mano a la cartera). Pero por dentro son profundamente envidiosas. ¡Ay, qué mala gente!
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Hola Joaquín, yo también detesto a los maleducados, es tan sencillo sonreír o decir gracias... pero supongo que son actos que deben surgir de forma espontánea... a los maleducados se les nota mucho cuando improvisan la amabilidad.
ResponderEliminarHola, 'Pies'!! Ya se te echaba de menos en la blogosfera universal.
ResponderEliminarEse asunto siempre está de actualidad. ¿Tardará en concluir el post? Un saludo
ResponderEliminarJoaquín, definir la malaeducación como la falta de respeto hacia los demás me ha gustado. En la malaeducación hay pues: forma y fondo.
ResponderEliminarMe pregunto si en la actualidad que tan malaeducación (a mi modo de ver) hay en las formas, ha aumentado el fondo o siempre el fondo fue el mismo, pero constreñido.
Saludos.
Juan Domingo, ¿el post prometido? No, estará pronto, pero, ¿puedes darme alguna inspiración? (esto es lo bueno de los comentarios).
ResponderEliminar¿Te llegó mi comentario o se quedó en el ciberespacio? tengo problemas con algún blog, por eso te pregunto
ResponderEliminarBásicamente estoy de acuerdo con el concepto de "lo que no es" mala educación que enuncias. Pero quizás fuese más ilustrativo comparar los 'perfiles' de una persona instruida, con el de una persona educada y con el de una persona culta. (Obviando la urbanidad, la formación, etcétera). Quizás así nos resulte más clarificadora la idea. (No sé, a lo peor todo esto no son mada más que abstracciones excesivas). Un saludo... y permaneceré atento.
ResponderEliminarEl problema de ver un melodrama y confundirlo con un estudio sociológico es de enorme actualidad, y he usado la palabra melodrama en su mejor y más gloriosa acepción.
ResponderEliminarTienes razón Joaquín, pero me temo que la mala educación de hoy acabe convertida en una mediana y traviesa educación del mañana.
El sentido que da Almodóvar al título de su película puede entenderse como la mala enseñanza, más que la falta de urbanidad.
ResponderEliminarPero sin perder la capacidad de reacción ante los maleducados, deberías tomártelo con calma, porque son muchos y no vale la pena pasarlo mal.
Trístemente está de moda, en esta sociedad, la falta de respeto hacia los demás. Es como una norma social convenida por los necios que son mayoría.
http://elsexodelasmoscas.bitacoras.com
Quizás es que nos hacemos mayores. Y ya no se soporta a los mal educados.
ResponderEliminarLa mala educación tiene que ver con el modernismo y con lo joven. Vista hoy, ¿no os parece grotesca la "movida"? -a mí ya me lo parecía entonces, aunque claro, yo siempre he sido un oscuro y solitario freethinker.
Lo malo de nuestra sociedad es que, a diferencia de las sociedades tradicionales, o de las sociedades clásicas, con sus ancianos-filósofos convertidos en sublimes theorós...tampoco podemos confiar en lo "viejo". La educación buena necesita buenos prototipos, porque educar es -en buena medida, un proceso de imitación. ¿Pero dónde están hoy los modelos dignos de ser imitados? ¿En las expediciones del Inserso? ¿en las bandas de jubilados practicando Tai-Chi?, ¿Bailando grotescamente el "Paco Chocolatero"?
Gracias, acabo de refrescar el blog y estoy aprendiendo mucho con vosotros. Me reconforta que compartamos la visión sobre el asunto. Otro día entonaré el "mea culpa" de mis propias faltas, naturalmente...
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