"-¡Qué es ver a un poeta destos de la primera impresión cuando quiere decir un soneto a otros que le rodean, las salvas que les hace diciendo: «Vuesas mercedes escuchen un sonetillo que anoche a cierta ocasión hice, que, a mi parecer, aunque no vale nada, tiene un no sé qué de bonito!» Y en esto tuerce los labios, pone en arco las cejas y se rasca la faldriquera, y de entre otros mil papeles mugrientos y medio rotos, donde queda otro millar de sonetos, saca el que quiere relatar, y al fin le dice con tono melifluo y alfeñicado. Y si acaso los que le escuchan, de socarrones o de ignorantes, no se le alaban, dice: «O vuesas mercedes no han entendido el soneto, o yo no le he sabido decir; y así, será bien recitarle otra vez y que vuesas mercedes le presten más atención, porque en verdad en verdad que el soneto lo merece». Y vuelve como primero a recitarle con nuevos ademanes y nuevas pausas. Pues, ¿qué es verlos censurar los unos a los otros? ¿Qué diré del ladrar que hacen los cachorros y modernos a los mastinazos antiguos y graves...?
"Otra vez le preguntaron qué era la causa de que los poetas, por la mayor parte, eran pobres. Respondió que porque ellos querían, pues estaba en su mano ser ricos, si se sabían aprovechar de la ocasión que por momentos traían entre las manos, que eran las de sus damas, que todas eran riquísimas en estremo, pues tenían los cabellos de oro, la frente de plata bruñida, los ojos de verdes esmeraldas, los dientes de marfil, los labios de coral y la garganta de cristal transparente, y que lo que lloraban eran líquidas perlas; y más, que lo que sus plantas pisaban, por dura y estéril tierra que fuese, al momento producía jazmines y rosas; y que su aliento era de puro ámbar, almizcle y algalia; y que todas estas cosas eran señales y muestras de su mucha riqueza. Estas y otras cosas decía de los malos poetas, que de los buenos siempre dijo bien y los levantó sobre el cuerno de la luna."
Miguel de Cervantes, El licenciado Vidriera.
Miguel de Cervantes, El licenciado Vidriera.
Cuánta actualidad en el señor Licenciado.
ResponderEliminarNo hay que irse tan lejos, Cervantes, y lo digo tantas veces, está tan próximo en nuestro tiempo...
Un fuerte abrazo.
A este propósito siempre cuento la anécdota (y lo cierto es que me repito mucho en mi repertorio) de aquellos que dicen que no leen el Quijote porque está escrito "en castellano antiguo" (sic).
ResponderEliminar¡Qué sabrán lo que es el castellano antiguo!
Y no sospechan eso precisamente, que Cervantes es más moderno que nosotros mismos, muchas veces.
Yo soy un enamorado de Rinconete y Cortadillo y del Diálogo de los Perros.
ResponderEliminarY yo, Isaac. Hablaremos aquí de estas novelitas, si Dios es servido.
ResponderEliminarLas novelas ejemplares son de lo mejor que he leído nunca, y por más que repito no me cansan.
ResponderEliminarPero este extracto me recuerda tantas cosas, no sé... a sí, voy a ver mi blog, me temo que el espejo me refleja (y no sólo a mí, a tantos).
Un abrazo
Ah, Capitán, es que la burla de los poetas hueros es todo un género literario...
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