La retirada del crucifijo de las escuelas públicas (o "escuelas nacionales") ya tiene el precedente republicano. No debe sorprender que se invoque en este conflicto la autoridad de un intelectual tan hondamente español como fue Miguel de Unamuno. Está circulando mucho en internet unas palabras de Unamuno, que no citan la fuente [entre otros, en el blog de Ignacio Arsuaga]. Un amigo me sugirió buscarla, y como tengo el texto localizado, y no me cuesta ningún trabajo citarlo aquí, reproduzco un par de párrafos del artículo de El Sol, del año 32, del que está tomado:
"Sí, ya se consabe que hemos promulgado que no hay religión de Estado; ¿pero quiere esto decir que la nación no tiene un alma tradicional y popular, o sea laica; que no tiene una religión laica, popular, nacional y tradicional? ¿Quiere ello decir que va a quedarse la patria desalmada? No, no puede querer decir eso, y nada sería más cavernario, más troglodítico que la imposición de un agnosticismo oficial pedagógico. Aun prescindiendo de confesiones dogmáticas, creer que los maestros nacionales -nacionales, ¿eh?, y no estatales- puedan educar a los niños españoles escamoteando toda noción religiosa es sencillamente no darse cuenta de lo que tiene que ser la educación pública, patriótica.
"En estos días las mujeres, las madres, de una famosa villa de esta provincia de Salamanca se amotinaron al saber que se iba a quitar el crucifijo de las escuelas, y ha habido que dar satisfacción al sentimiento de ese motín popular, hondamente popular, contra una orden disparatada. Disparatada y perdónenos el que la haya dado, de inspiración no sólo anti-nacional, anti-popular y anti-histórica, sino también anti-pedagógica. La presencia del crucifijo en las escuelas no ofende ningún sentimiento, ni aún al de los racionalistas y ateos, y el quitarlo ofende al sentimiento popular hasta de los que carecen de creencias confesionales".
Miguel de Unamuno, "Guerra civil cavernícola", El Sol, Madrid, 29 de enero de 1932.
En: Miguel de Unamuno, República española y España republicana (1931-1936). Artículos no recogidos en las obras completas. Introducción, edición y notas de Vicente González Martín. Salamanca, Ediciones Almar, 1979.
"Sí, ya se consabe que hemos promulgado que no hay religión de Estado; ¿pero quiere esto decir que la nación no tiene un alma tradicional y popular, o sea laica; que no tiene una religión laica, popular, nacional y tradicional? ¿Quiere ello decir que va a quedarse la patria desalmada? No, no puede querer decir eso, y nada sería más cavernario, más troglodítico que la imposición de un agnosticismo oficial pedagógico. Aun prescindiendo de confesiones dogmáticas, creer que los maestros nacionales -nacionales, ¿eh?, y no estatales- puedan educar a los niños españoles escamoteando toda noción religiosa es sencillamente no darse cuenta de lo que tiene que ser la educación pública, patriótica.
"En estos días las mujeres, las madres, de una famosa villa de esta provincia de Salamanca se amotinaron al saber que se iba a quitar el crucifijo de las escuelas, y ha habido que dar satisfacción al sentimiento de ese motín popular, hondamente popular, contra una orden disparatada. Disparatada y perdónenos el que la haya dado, de inspiración no sólo anti-nacional, anti-popular y anti-histórica, sino también anti-pedagógica. La presencia del crucifijo en las escuelas no ofende ningún sentimiento, ni aún al de los racionalistas y ateos, y el quitarlo ofende al sentimiento popular hasta de los que carecen de creencias confesionales".
Miguel de Unamuno, "Guerra civil cavernícola", El Sol, Madrid, 29 de enero de 1932.
En: Miguel de Unamuno, República española y España republicana (1931-1936). Artículos no recogidos en las obras completas. Introducción, edición y notas de Vicente González Martín. Salamanca, Ediciones Almar, 1979.
Como decíamos ayer, querido Joaquín, pienso que este tema se ha ido de las manos a todos.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Joaquín, javier, muy aleccionador, y lo que más me preocupa es que diremos mañana, me temo que algo similar.
ResponderEliminarUn abrazo a los dos
Como se sabe, en 1931 la universidad de Salamanca encarga un escultor Victorio Macho un busto de su nuevo rector. Al verla acabada Unamuno le pide al artista que le grabe una cuz en el pecho, que allí sigue.
ResponderEliminarAhora..¿la taparán con yeso?
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Javier, Capitán, la retirada de los crucifijos es una agresión gratuita a la piedad del pueblo, si nos guiamos por el pensamiento de Unamuno. Aunque me gustaría ver si hoy se reproduciría otro motín popular como el que refiere, del año 32, en un pueblo de Salamanca, de madres enfadadas por la medida.
ResponderEliminarAlfaraz, en alguno de mis paseos por Salamanca me he hecho una foto al pie del monumento a Unamuno, de Victorio Macho, y no he reparado en ese detalle. La próxima vez me fijo. La escultura, de cuerpo entero, si no recuerdo mal está casi enfrente del domicilio particular de Unamuno en Salamanca (¿o estoy confundido?).
Aunque creo que confundo el busto (de Victorio Macho) con la estatua (de Pablo Serrano).
ResponderEliminarJ.,
ResponderEliminarse trata de un busto menos conocido porque está dentro del Rectorado. Esta noche intento subir una foto para que lo conozcas.
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No veo motivo ninguno para que se retiren los símbolos religioso no sol ode las escuelas de cualqueir sitio, 6me pregunto ¿porque tenemos que retirar los símbolos religosos?, me dicen que es porque daña a los que noson cristianos o religosos. Pues yo respondo, uno que todo aquél que no los quiera que no los mire, nunca hasta ahora hemos tenido problemas, se ha respetado por ambas partes, como también nosotros respetamos el velo islamista. Entonces también se prohibirá el velo islamista?
ResponderEliminarAhí está la discusión.
Saludos.
La imposición de normas de amplia aplicación y connotación implican el intento a toda costa del sentir y pensar de gran parte de un pueblo por otro " sistema " , justamente el contrario, con la intención de que a medio- largo plazo, ese sentir y culto popular se vaya diluyendo y extinguiendo.
ResponderEliminarSupone una faceta más de la política extendida de igualar ley con la moral. Difícil lo van a tener los señores políticos, al menos con personas de criterios propios. Lo legal, no significa que sea moral.
Gracias por tu comentario, Morgenrot.
ResponderEliminarMuchos saludos!
Muy interesante parece ese tomo de artículos de don Miguel, sabio pensador al que debemos verenar más de lo que hacemos.
ResponderEliminar¿Dios existe? Y cuando digo Dios me refiero a TODOS LOS DIOSES que el hombre ha inventado.......
ResponderEliminarLos niños no tienen ningún problema en distinguir los cuentos de la realidad. Empecemos por educar sobre una base ciéntifica de los hechos: en una escuela está bien enseñar LA HISTORIA DE TODAS LAS RELIGIONES igual que se estudian los mitos o la literatura de ficción. Más allá de eso, un crucifijo es un símbolo -como los miles que se han inventado- y desde luego representa un instrumento de tortura..........
Preguntas muy amplias, que en este momento sólo puedo responder de modo sucinto:
ResponderEliminar1. Sí, Dios existe, aunque no existe evidencia empírica.
2. La cruz era en la antigüedad un instrumento cruel de ejecución capital, aunque lo hemos adoptado como figura de la humanidad sufriente, que en realidad somos todos.
Espero tener ocasión de hablar un poco más por extenso de este asunto.
Gracias, por el tono, aunque yo discrepe del fondo.