Una sola pega al invento: usar la palabra book. ¿Es que libro no es un término decente e inocente?
Muchas adhesiones:
1. El regusto de oler olor tan agradable 2.El placer de mojar el dedo índice en la lengua, tanto da si propia o ajena, para pasar página. Y que no me digan que es una guarrada. 3. La posibilidad de personalizar el marcapáginas. Mi madre usaba hilos de su costurero. Yo, el primer papel que encuentro a mano. 4. El ennegrecido de las hojas, propio del paso del tiempo y del sobeo natural de quien lee sin lavarse antes las manos. 5. La gozada que da ver el precio puesto a lápiz en la primera página interior por el o la librero de turno hace 20, 30 ó más años, y descubrir que tienes un libro que valió 2,50 pts. 6. El disfrute que coger uno empezado hace ya ni me acuerdo cuándo, y ver que sigue esperándome pacientemente, sin requerir mi atención a base de pitidos estereofónicos. 7. Unido a lo anterior, lo molesto del polvo depositado entre sus páginas. 8. La erudición que denota los subrayados a colores, las notas y apostillas en los bordes, las citas a otros lugares y autores relacionados. 9. La molestia agradable de cargar con cajas y paquetes que debe suponer para quien se traslada de lugar y no quiere perder lo que es su más precioso tesoro: “Mis libros”. 10. El cosquilleo en la oreja de tener ahí el lápiz con que tomar notas, tachar, subrayar, garabatear, añadir, pintar…
Estos diez mandamientos se encierra en dos: Amarás al libro con todas tus fuerzas, y te propondrás leer un capítulo al día, por lo menos.
¡ Muy bueno, Joaquín !. Sólo olvidó el " presentador " de este " nuevo invento" indicar que "misteriosamente" se le llega a tomar un cariño inmenso y tomarlo como propiedad - tesoro de cada uno.
Y otra ventaja: si usando el BOOK te pierdes en el monte y llevas puesto un jersey verde como el de ese muchacho, la Benemérita te encuentra en un periquete.
[Por si se había perdido mi comentario, vuelvo a escribirlo, con el debido respeto al moderador]
Una sola pega al invento: usar la palabra book. ¿Es que libro no es un término decente e inocente?
Muchas adhesiones:
1. El regusto de oler olor tan agradable 2.El placer de mojar el dedo índice en la lengua, tanto da si propia o ajena, para pasar página. Y que no me digan que es una guarrada. 3. La posibilidad de personalizar el marcapáginas. Mi madre usaba hilos de su costurero. Yo, el primer papel que encuentro a mano. 4. El ennegrecido de las hojas, propio del paso del tiempo y del sobeo natural de quien lee sin lavarse antes las manos. 5. La gozada que da ver el precio puesto a lápiz en la primera página interior por el o la librero de turno hace 20, 30 ó más años, y descubrir que tienes un libro que valió 2,50 pts. 6. El disfrute que coger uno empezado hace ya ni me acuerdo cuándo, y ver que sigue esperándome pacientemente, sin requerir mi atención a base de pitidos estereofónicos. 7. Unido a lo anterior, lo molesto del polvo depositado entre sus páginas. 8. La erudición que denota los subrayados a colores, las notas y apostillas en los bordes, las citas a otros lugares y autores relacionados. 9. La molestia agradable de cargar con cajas y paquetes que debe suponer para quien se traslada de lugar y no quiere perder lo que es su más precioso tesoro: “Mis libros”. 10. El cosquilleo en la oreja de tener ahí el lápiz con que tomar notas, tachar, subrayar, garabatear, añadir, pintar…
Estos diez mandamientos se encierra en dos: Amarás al libro con todas tus fuerzas, y te propondrás leer un capítulo al día, por lo menos.
Verdaderamente; y, en cuestión de calidad, cuanto más viejos mejor.
ResponderEliminarSaludos desde helmantica
Una sola pega al invento: usar la palabra book. ¿Es que libro no es un término decente e inocente?
ResponderEliminarMuchas adhesiones:
1. El regusto de oler olor tan agradable
2.El placer de mojar el dedo índice en la lengua, tanto da si propia o ajena, para pasar página. Y que no me digan que es una guarrada.
3. La posibilidad de personalizar el marcapáginas. Mi madre usaba hilos de su costurero. Yo, el primer papel que encuentro a mano.
4. El ennegrecido de las hojas, propio del paso del tiempo y del sobeo natural de quien lee sin lavarse antes las manos.
5. La gozada que da ver el precio puesto a lápiz en la primera página interior por el o la librero de turno hace 20, 30 ó más años, y descubrir que tienes un libro que valió 2,50 pts.
6. El disfrute que coger uno empezado hace ya ni me acuerdo cuándo, y ver que sigue esperándome pacientemente, sin requerir mi atención a base de pitidos estereofónicos.
7. Unido a lo anterior, lo molesto del polvo depositado entre sus páginas.
8. La erudición que denota los subrayados a colores, las notas y apostillas en los bordes, las citas a otros lugares y autores relacionados.
9. La molestia agradable de cargar con cajas y paquetes que debe suponer para quien se traslada de lugar y no quiere perder lo que es su más precioso tesoro: “Mis libros”.
10. El cosquilleo en la oreja de tener ahí el lápiz con que tomar notas, tachar, subrayar, garabatear, añadir, pintar…
Estos diez mandamientos se encierra en dos: Amarás al libro con todas tus fuerzas, y te propondrás leer un capítulo al día, por lo menos.
¡ Muy bueno, Joaquín !. Sólo olvidó el " presentador " de este " nuevo invento" indicar que "misteriosamente" se le llega a tomar un cariño inmenso y tomarlo como propiedad - tesoro de cada uno.
ResponderEliminarSaludos,
Y otra ventaja: si usando el BOOK te pierdes en el monte y llevas puesto un jersey verde como el de ese muchacho, la Benemérita te encuentra en un periquete.
ResponderEliminar.
[Por si se había perdido mi comentario, vuelvo a escribirlo, con el debido respeto al moderador]
ResponderEliminarUna sola pega al invento: usar la palabra book. ¿Es que libro no es un término decente e inocente?
Muchas adhesiones:
1. El regusto de oler olor tan agradable
2.El placer de mojar el dedo índice en la lengua, tanto da si propia o ajena, para pasar página. Y que no me digan que es una guarrada.
3. La posibilidad de personalizar el marcapáginas. Mi madre usaba hilos de su costurero. Yo, el primer papel que encuentro a mano.
4. El ennegrecido de las hojas, propio del paso del tiempo y del sobeo natural de quien lee sin lavarse antes las manos.
5. La gozada que da ver el precio puesto a lápiz en la primera página interior por el o la librero de turno hace 20, 30 ó más años, y descubrir que tienes un libro que valió 2,50 pts.
6. El disfrute que coger uno empezado hace ya ni me acuerdo cuándo, y ver que sigue esperándome pacientemente, sin requerir mi atención a base de pitidos estereofónicos.
7. Unido a lo anterior, lo molesto del polvo depositado entre sus páginas.
8. La erudición que denota los subrayados a colores, las notas y apostillas en los bordes, las citas a otros lugares y autores relacionados.
9. La molestia agradable de cargar con cajas y paquetes que debe suponer para quien se traslada de lugar y no quiere perder lo que es su más precioso tesoro: “Mis libros”.
10. El cosquilleo en la oreja de tener ahí el lápiz con que tomar notas, tachar, subrayar, garabatear, añadir, pintar…
Estos diez mandamientos se encierra en dos: Amarás al libro con todas tus fuerzas, y te propondrás leer un capítulo al día, por lo menos.
Qué bueno;-)
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