La mala educación es una película estrenada en 2004, del laureado director manchego Pedro Almodóvar, en que se pretende hacer crítica de la educación deformante de los curas en el
franquismo. No la he visto, aunque a decir verdad, no voy a hablar de la película, sino de la mala educación en abstracto. Y lo primero que tendría que decirle a Almodóvar es que para historiar la mala educación no le hacía falta irse tan lejos (a los años 60 del pasado siglo), sino que le hubiera bastado mirar entorno suyo. Pero, ¿qué es la mala educación? ¿Y en qué consiste ser una persona bien educada? Es fácil decir lo que no es:
la buena educación no se demuestra con las buenas maneras, ni con la urbanidad, ni exhibiendo estudios superiores o universitarios. La buena educación se reduce simplemente a respetar al prójimo, y tratarle como te gustaría que te tratasen a tí. Estos días estoy reflexionando sobre la mala educación, porque la gente maleducada con la que tengo el infortunio de chocarme consigue amargar mis pensamientos. A primera vista son gente encantadora, con "buen rollo" (cada vez que oigo lo del buen rollo echo mano a la cartera). Pero por dentro son profundamente envidiosas. ¡Ay, qué mala gente!