12 octubre 2006

Contra la blasfemia

Vir multum iurans implebitur iniquitate, et non discedet a domo illius plaga (Ecclesiasticus, 23, 12). Leído en la Calle Mayor de Puente la Reina

14 comentarios:

  1. ¿tu también eres peregrino?

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  2. Pero sólo allá donde se cree en Dios la blasfemia tiene significado. Un mundo sin blasfemos es un mundo sin dioses: es nuestro mundo, donde la vanguardia se ha cnvertido en rutina.

    La blasfemia auténtica, sentida, es una (-una-) huella diáfana de la presencia de ios en el mundo.

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  3. Será porque jura en falso? Me ha gustado mucho esta entrada.

    Saludos, amigo.

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  4. Pues sí, Ignacio, peregrino con VISA, móvil (o "celular", como le llaman en la otra orilla del Atlántico) y cámera digital. La foto me gusta (no porque sea mía) y está tomada al atardecer. Como dice Gregorio, esa lápida es "la enésima prueba de la existencia de Dios". Blasfeman (creyentes y ateos) porque Dios existe, digo yo, claro. Gracias, Mar.

    Keep in contact...

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  5. Esa sí que es una frase lapidaria. En un viejo muro de mi ciudad podía leerse hasta no hace muchos años una placa metálica, ya desconchada, con esta advertencia: "Prohibida la blasfemia y la mendicidad". ¿Acaso no son términos redundantes?. Saludos.

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  6. Me gustó la frase, me gustó tambien su estética, esa piedra y esas letras; pero me quedo con esa frase que comentaste: "Blasfeman (creyentes y ateos) porque Dios existe". No ando muy convencido de su existencia, pero al margen de eso, y suponiendo que efectivamente exista, es una afirmación que, de tan contundente, debería ser estudiada hasta el hartazgo, sobre todo por los creyentes.
    Saludos!!

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  7. Eggy, aquí son bienvenidas todas las opiniones. Personalmente no le pido a nadie con quien trato ni la cédula de identidad ni la fe de bautismo...
    Saludos

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  8. Por cierto, Eggy, cuando esté de humor prometo darle más vueltas al asunto divino. Si le das una vuelta al blog, verás que he hecho más de una y más de dos anotaciones. Es porque me preocupa la cuestión de si existe Dios (o más bien no).

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  9. Es la teoría de la contrainvocación.
    Los que blasfeman lo hacen no por denigrar (aunque lo aparenten) sino porque se sienten demasiado concernidos y se reprochan a sí mismos a su fe y a Dios.
    Es una forma de oración, realmente.

    [Peregrino: y además de eso, mochila sudor y andando. Los que suben a un coche no valen.]
    Y menos de 800 km, mariconadas.

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  10. Ignacio, Ignacio... Me parece que eres un peregrino maximalista. El año pasado hice 350 km a pie, aunque confieso haberme subido a trenes, autobuses y aviones (incluído el bimotor de hélice del trayecto Madrid - Pamplona).

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  11. He pensnado en ocasiones en la blasfemia y pienso que se integra de muchas actitudes, de las que destaco:

    - la chulería del que se atreve con aquello que de existir le fulminaría

    - la desesperación del creyente

    - la grosería del ordinanrio

    - lo coloquial intrascendente hijo de la tradición

    Y hay más, pero me bastan estas

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  12. Según el DRAE la blasfemia es una palabra injuriosa contra Dios, la Virgen o los santos. También palabra gravemente injuriosa contra alguien.

    Si existe Dios no pienso que le afecten las injurias de los humanos y si no existe cómo se puede blasfemar.

    http://elsexodelasmoscas.bitacoras.com

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  13. Recién lo veo pero me viene de perlas.
    Saludos.

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  14. Gracias, Juan Ignacio.
    Todo sea por el bien hablar y el buen decir.

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