Hago un paréntesis en mi pequeña crónica de viaje a la tierra de Ramsés, para recomendar un par de libros a los que se vean sorprendidos por un repentino ataque de
egiptomanía. Para conocer al detalle la historia antigua, se acaba de publicar la
Historia del antiguo Egipto de Oxford U.P. También me parece inevitable acercarse a la obra del más cele
bre de los escritores cairotas contemporáneos, Naguib Mahfuz (sobre el que volveré a hablar más adelante). Una de sus novelas más sobresalientes, muy indicada para los tiempos que corren, es
Hijos de nuestro barrio (1959), con reimpresiones continuas en castellano. Mahfuz
murió el verano pasado, a edad avanzada, después de haber sobrevivido a un atentado de un extremista islámico.
Hago un paréntesis en mi pequeña crónica de viaje a la tierra de Ramsés, para recomendar un par de libros a los que se vean sorprendidos por un repentino ataque de egiptomanía. Para conocer al detalle la historia antigua, se acaba de publicar la Historia del antiguo Egipto de Oxford U.P. También me parece inevitable acercarse a la obra del más cele
bre de los escritores cairotas contemporáneos, Naguib Mahfuz (sobre el que volveré a hablar más adelante). Una de sus novelas más sobresalientes, muy indicada para los tiempos que corren, es Hijos de nuestro barrio (1959), con reimpresiones continuas en castellano. Mahfuz murió el verano pasado, a edad avanzada, después de haber sobrevivido a un atentado de un extremista islámico.
¿Por qué será que el busto de Nefertiti es tan apreciado para representar al antiguo Egipto? Si mal no recuerdo, Mahfuz escribió un libro sobre Akenaton (y su esposa Nefertiti). ¿Es casualidad que confluya todo esto en tu post? Besos, querido amigo.
ResponderEliminarTe respondería, Isabel, que visto todo a una cierta distancia, en perspectiva holística o "a vista de pájaro", nada es casual, y las circunstancias que nos parecen azarosas obedecen a designios ocultos y providenciales...
ResponderEliminarPues, a ver, han fracasado dos posts anteriores al texto sobre Plantinga (¡y había tecleado lo mío!). Este es sólo de prueba. "Hijos de nuestro barrio" es una metáfora desesperanzada sobre la muerte de Dios. El padre lleva muchos años recluido en su casa: nadie le ha visto ni oído hace décadas. Se dice que hace mucho tiempo salió y habló con algunos ... Profetas que difundieron su mensaje. Trasuntos de Moisés, Jesús y Mahoma, claramente reconocibles. Pero su silencio dura ya tanto. Finalmente, algunos más audaces entran en la casa (no recuerdo muy bien esta parte). No recuerdo si encuentran al Padre muerto, o si descubren que en realidad la casa siempre estuvo vacía (y por tanto las noticias sobre revelaciones del Padre habían sido patrañas). No recuerdo, lo leí hace mucho tiempo.
ResponderEliminarPruebo, a ver si funciona esto de una vez (en el anterior, no me reconocía la contraseña). Saluti, Curro.