Para visitar la tumba del faraón Tutmosis IV hay que estar fuerte. La entrada está en lo alto del monte, circunstancia que la ha preservado de las avenidas de agua, y hay que superar la escalerita de la foto. Subí con la lengua fuera, y a mitad de recorrido, apoyado en la baranda, un turista francés me decía: ¡Cuide su corazón...! Al llegar a lo alto, un gentil guarda se ofreció a hacerme una foto (exhausto), previo pago de 100 rupias. La tumba es admirable; dentro había un ventilador, y no me atreví a que me diese el fresco... no fuese a ser que el guarda de la tumba me pidiese otras 100 rupias por abanicarme...
Te aseguro que pagaría a gusto las 100 rupias sólo por el gustazo de estar ahí. Egipto es un país fascinante que excita todas mis neuronas. Besitos, querido amigo.
ResponderEliminarLa verdad, Isabel, es que mi visita fue típicamente turística, y Egipto merece una estadía más reposada, para imbuirse del espíritu auténtico de los egipcios, gente que me ha parecido muy industriosa y trabajadora.
ResponderEliminarNaturalmente lo de las 100 rupias es una broma... aunque es verdad que me la pidieron! Aceptémoslo como una costumbre del lugar, como las propinas entre nosotros.