10 abril 2010

Ovejas y cabritos, el libro de este blog

Este Majao ya ha saltado al ruedo de las librerías. Hace casi dos años, con este optimismo mío incurable a pesar de las adversidades que me acosan, anunciaba que el Majao sería libro [enlace]. Dije entonces que "en uno de esos momentos tontos y repentinos en que, como decimos castizamente, nos liamos la manta a la cabeza, he decidido que voy a publicar en forma de libro una selección de notas de este majao público. Anunciándolo a la vista de todos ya no podré echarme atrás, y si todo va bien el próximo otoño podré lanzarlo a la plaza pública". Entre las reacciones de colegas blogueros a mi anuncio, conté con la de Gregorio Luri, de El café de Ocata [enlace], que muy merecidamente abre ahora la colección Álogos, haciéndonos honor a los que le seguimos con más modestia.

Bien se ve que el proceso de editar es moroso, y los meses fueron pasando como el agua de la acequia. Mi idea primera, muy vaga, era autoeditarme, esto es, rascarme el bolsillo y costear la edición para repartirla entre familia, amigos, conocidos o saludados. Pero hace cosa de un año me salió al paso Javier Sánchez Menéndez [enlace], aparecido como un ángel, para invitarme a publicar en las Ediciones de la Isla de Siltolá [enlace]. El otoño pasado cumplí la palabra dada de enviarle una selección de 50 entradas del blog, lo que no me resultó después de todo fácil, y que completé contra reloj. Al final, estoy muy satisfecho del resultado, cuyo mérito en buena parte es del tipógrafo Abel Feu [enlace].

Cuantas veces publique, tomaré interés en que algún amigo me obsequie con un prólogo. No es esta práctica, como pudiera pensar algún malintencionado, un acto de vanidad, ni una estrategia mercadotécnica. Me lo tomo como una forma de compartir página, igual que los matadores se ceden los toros en el tercio de quites. En esta ocasión, me siento muy satisfecho por el brindis de Enrique Baltanás [enlace], que ejerciendo su oficio de maestro ha hecho para el prólogo una estupenda reflexión (a mí me lo parece) sobre el género blog.

La experiencia más valiosa de un blog, aparte de la terapia del mismo escribir, es la de relacionarse con amigos o con perfectos desconocidos, a los que uno va cobrando aprecio. Cuando hojeéis este libro mío, Ovejas y cabritos, veréis que menciono un buen número de bloggers, citando oportunamente su dirección de internet. No son todos los que han visitado mi blog, pero sí un buen grupo. A todos os estoy muy agradecido, por los ratos compartidos a distancia.

Preveo, como ya ha sucedido, que muchos me pregunten por el título del libro: Ovejas y cabritos. Es un sintagma que está tomado, como es fácil de descubrir, de una parábola de Jesús (Mt 25,32). Aunque acaso pudiera interpretarse, malévolamente, como una forma de categorizar a nuestros semejantes, igual que el escritor, premio Nóbel, Camilo José Cela, que dividía a la humanidad en amigos e hijos de puta. Sobre clasificaciones como ésta habría que tener mucha prevención, porque no sabemos en qué categoría nos clasificarán los que nos circundan. Curándome en salud, diré, como dicen en mi tierra, que tó er mundo é güeno.

En fin, os espero aquí, en este Majao Público, o en las páginas de mis Ovejas y cabritos. Si no lo encontráseis en vuestra librería, podéis dirigiros a Ediciones de la Isla de Siltolá [enlace].

18 comentarios:

  1. Dos años ya de aquel comentario tuyo que recuerdo muy bien.
    Como te felicitarán mucho por la publicación, yo quisiera felicitarte -para variar- por tu perseverancia con el Blog.

    Y como estoy haciendo cábalas sobre que textos habrás seleccionado, ya tengo ganas de echarme a la cara estas Ovejas y Cabritos.


    .

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  2. ¡Muchas gracias, Alfaraz!

    Sí, desde luego lo más difícil del blog es la perseverancia...

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  3. Enhrorabuena.
    Va pasando el tiempo y a su paso va dejando también el rastro de cosas buenas.
    Un abrazo.

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  4. Desde mi destierro cordobés, ayer me puse el adsl y lo primero que veo hoy es lo de tu libro. Me alegro un montón, tengo ganas de leerlo -o releerlo supongo-, y curiosidad de ver cómo las entradas de un blog se transforman en un libro. Un abrazo

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  5. pseudópodo10 abril, 2010

    ¡Enhorabuena, Joaquín!

    Eso que dices de "Cuando hojeéis este libro mío, Ovejas y cabritos, veréis que menciono un buen número de bloggers" parece que incita a que te preguntemos todos: ¿salgo acaso yo, maestro? :-)

    A ver ahora que tal se distribuye ese libro.

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  6. Gracias, Rictus. La verdad es que las entradas del blog se traspasan al libro tal cual (como debe ser), aunque en el proceso he aprovechado para hacer muy ligeras enmiendas, que no afectan al texto. Diría que son casi imperceptibles.

    ¡¡Pseudópodo...!! Pues no, lamento que no te mencione, pero es porque hemos volcado los textos, no los comentarios. Algunos de los post del libro recibieron comentarios tuyos, podrás comprobarlo en su momento. Todo lo cual no resta un ápice en mi estimación.

    En general, todos los blogueros que nos entrecruzamos en la red, nos fecundamos mutuamente (valga la expresión), aunque no nos mencionemos expresamente. Las mayores influencias son las implícitas.

    Un abrazo,

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  7. Enhorabuen y muchas felicidades, imáginate la vergüenza mía, de estar a tu lado y la de otros, en fin, la vida tiene estas cosas.

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  8. ¡Aurora! La verdad es que la escritura de blogs no se hace en solitario, sino que es trabajo de equipo, el gran equipo de la RED... El intercambio y el acompañamiento son esenciales en esta actividad. Por eso me alegra ir en vuestra compañía: Luri (1), Ridao (2), Aurora (3)...

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  9. Felicidades Joaquín, espero leerlo pronto. Entretanto, seguiré leyendo tu blog y de cuando en cuando escribiré en el mío alguna entrada de las que sé que te gusta comentar.
    Un abrazo,

    Emilio

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  10. Qué alegría de que los libros ya estén, Joaquín. Enhorabuena de corazón. El tuyo tengo especial interés en leerlo, como el de Luri, porque entre unas cosas y otras no sigo con asiduidad vuestros blogs, que bien lo merecen. Dices bien en lo del trabajo en equipo en la red: la interacción nos hace crecer y nos motiva; para mí ha sido fundamental.

    Un fuerte abrazo.

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  11. ¡Muchas gracias, Emilio! El próximo post te lo dedico.

    ¡Enhorabuena de nuevo, Ridao! (espero que la blogueína no sea adictiva).

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  12. ¡ Enhorabuena !, Joaquín , me alegro mucho por ti y por todos los que te seguimos.
    En verdad te digo que no he olvidado ese aviso tuyo hace tiempo sobre lo que habría de venir, y espero que podamos compartirlo muy pronto.

    Reitero mis felicitaciones y mi dicha por los resultados de un trabajo bien hecho, besos fuertes

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  13. Gracias de corazón, Morgenrot, es una dicha compartida. Un blog no es nada si no tiene participación, y tú has sido muy activa y generosa (apareces mencionada en el libro...).

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  14. ¡Sopla!

    Enhorabuena. Al final se atrevió.

    Muy bien. ¿Ha plantado el árbol?

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  15. Jaajaja... Buena pregunta. No he plantado todavía ni un esqueje de geranios...

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