A pocas horas de la Misa del Gallo, caigo en la cuenta de que no hay otra celebración cristiana que depare más anécdotas festivas y sucesos que recordar. No hay año que no me acuerde de esa nochebuena en que en la homilía el cura, un viejo dominico, cargando la suerte se tiró cerca de un cuarto de hora describiendo las características arquitectónicas y funcionales de las posadas y pesebres del tiempo en que nació Jesús. Visto con perspectiva, y aplicando el principle of charity, no le faltaba razón para recrearse en la humildad del alojamiento del Redentor, porque esta noche la cristiandad celebra especialmente la pobreza y todo lo bueno que esta puede tener. No quiero insistir yo tampoco en la obviedad de que la pobreza y la carestía siempre están con nosotros.
¿Un libro nuevo, para celebrar la Navidad? No los evangelios (que doy por descontados), sino alguno visto esta mañana en una librería de la calle Sierpes. Los había para todos los bolsillos: se pueden encontrar libros muy valiosos, sin hacer un gran gasto. El que me gustaría recomendar este año es el que edita Pablo Cervera, Escuela de grandes orantes. Los santos, maestros de oración, novedad de la editorial San Pablo [enlace]. Es un libro colectivo, que estudia personajes del santoral que destacaron por su oración. Es muy extraño dedicarse a leer unos estudios sobre oración, cuando, según el refrán chusco, el movimiento se demuestra andando. O explicado mejor, hay cosas que se hacen, y se aprende haciéndolas, antes que estudiadas, como el andar, el montar en bicicleta o el nadar en una alberca. Y una de esas es, también, la actitud orante. Pero bueno, apabulla nada más que repasar el índice del libro, y recorrer este catálogo de excelencias de humanidad:
1. La oración para Teresa de Lisieux
2. El Cántico del hermano Francisco. Contemplar la belleza del Creador
3. Una experiencia de oración: Santa Teresa de Jesús
4. Javier, hombre de oración
5. La oración según san Ignacio de Loyola
6. San Josemaría Escrivá, maestro de oración en la vida ordinaria
7. Pedro Fabro y la oración
8. Santo Tomás de Aquino, maestro de oración
9. La oración según el vir Dei san Benito
10. Madre Teresa de Calcuta: una contemplativa en el corazón del mundo
11. Isabel de la Trinidad: profeta de la interioridad
12. San Alonso Rodríguez S.J., hermano coadjutor. Una vida ordinaria y común es el regalo que Dios nos hace para llegar a Él
13. Edith Stein: «Ecclesia orans»
14. Santa Matilde de Hackeborn
15. San Francisco de Sales y la oración
16. San Anselmo, maestro de oración. IX Centenario de su nacimiento
17. Teresa de Lisieux
18. San Gabriel de la Dolorosa, maestro de oración
19. San Francisco de Borja y la oración en el V centenario de su nacimiento
20. El beato Manuel González: hombre orante y maestro de oración
21. La oración ignaciana
22. San Pedro Poveda. En los 75 años de su martirio
23. Valoraciones de san Isidoro en torno a la oración
24. San Juan de Ávila: «Vivía de oración»
25. San Pedro Claver S.J. (1580-1654): la oración que permite ver a Dios en todas las personas (especialmente en los esclavos negros) y a todas en Él
26. San Juan de la Cruz, modelo y maestro de oración.
No quiero pasar sin acordarme de otros libros venidos: la Poesía para niños de 4 a 120 años (Antología de autores contemporáneos) [Siltolá]. Y otro más caro (tan caro, que hasta Papá Noel ha puesto mala cara a mis demandas): un Enquiridion bíblico que acaba de sacar la BAC, y que cotiza a 52,88 euros el ejemplar [BAC].
Quisiera tu opinión sobre la oración centrante, la oración contremplativa y la lectio divina.
ResponderEliminarYo soy más sencillito, Ignacio, me basta con el padrenuestro, que es la oración que nos enseñó el Maestro.
ResponderEliminar¿Balones fuera?
ResponderEliminarNo había trampa, me refería a esto:
http://www.cecura.org.mx/Marzo-05.htm
Ni idea de eso de la oración centrante.
ResponderEliminar"Cuando oren, no hablen mucho, como hacen los paganos: ellos creen que por mucho hablar serán escuchados. No hagan como ellos, porque el Padre que está en el cielo sabe bien qué es lo que les hace falta, antes de que se lo pidan. Ustedes oren de esta manera: Padre nuestro..." (Mt 6,7ss).
Ese dominico... ¿no sería el padre Otero?
ResponderEliminarFelices fiestas.
Vaya, José Miguel, me pones en un aprieto, tendré que preguntarlo a quien lo conozca bien (soý pésimo para nombres). Las últimas nochebuenas, y la de este año también, hemos oído a otro dominico, el padre Carmelo (que no es carmelita, es dominico).
ResponderEliminarMuy feliz navidad para tí y tu familia.
Felices Pascuas, para usted y su familia.
ResponderEliminarMuchas gracias, igualmente, Felices Pascuas.
ResponderEliminarGracias Joaquín por el maravilloso post.
ResponderEliminar¡ Feliz Navidad y dichoso 2011 !
Un abrazo