31 diciembre 2011
28 diciembre 2011
24 diciembre 2011
22 diciembre 2011
21 diciembre 2011
Ángel Vela Nieto, polígrafo trianero
Hablamos de Triana, y hoy el hombre que mejor documentado está sobre el arrabal es un trianero polígrafo, Ángel Vela Nieto (Cava de los civiles, 1944), que brilla por sus artículos en los periódicos, su activismo (a él se deben las placas de trianeros ilustres que adornan las calles), y por sus libros dedicados a Triana. Para no omitir ninguno, me he ido al ISBN, donde aparecen: Personajes relevantes de Triana (2003), Triana, sitios y presencias (2008), Triana, fiestas y costumbres (2008), y el último por ahora, que se ha presentado el verano pasado, Triana y su Velá (1280-1948), que promete tener continuación. Ángel Vela da ejemplo de que el trianero, con ser tan suyo, se reúne en un conjunto mayor, que es nuestra Sevilla; por eso es también autor de dos libros admirables, que van más allá del puente: su deliciosa crónica sobre El Jueves, apuntes de una feria milenaria (1991), y Sevilla en la tarjetografía postal (1992), un clásico que refleja sus aficiones de coleccionista.
En la presentación de uno de sus libros, explicaba Ángel Vela: "Triana es inmensa en categoría y uno de los grandes misterios de España... Es increíble que en siete calles se haya producido lo que aquí se ha producido, porque te pones a enumerar casa por casa, y a ver dónde no ha nacido una artista, un torero, una cupletista, un pintor o cualquier clase de artista... Es un universo inmenso que te engancha, y que nunca ha estado tratado como se merece, y me refiero a los estamentos oficiales... Es el barrio que más se parece a un pueblo, dentro de Sevilla; Triana ha estado siempre muy lejos de Sevilla, y no ya porque esté al otro lado del río, sino porque ha estado al otro lado de las murallas y al otro lado del Arenal, que era otro espacio desértico y enorme... Había que llegar a Sevilla a través de un puente de barcas que estuvo nada menos que siete siglos, y que era una auténtica aventura cruzar; ha estado muy aislada, como cualquier pueblo del Aljarafe. Por lo tanto tiene su condición de arrabal y su historia es totalmente distinta a las de otros barrios sevillanos" [Abc].
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20 diciembre 2011
19 diciembre 2011
Oselito
"En recuerdo del más famoso humorista gráfico andaluz, Andrés Martínez de León. Nacido en Coria del Río, niño, hombre y artista a la sombra de la torre de Santa Ana. Triana fue su tercer apellido y Oselito, el inolvidable personaje, el reflejo de su filosofía existencial" (placa en el Altozano de Triana).
Sobre Martínez de León y "Oselito", ver [Viaje a Bizancio Ediciones].
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18 diciembre 2011
Caravana de Navidad de Triana
La mañana de este sábado ha recorrido las calles de Triana la Caravana de Navidad que organizan los grupos jóvenes de las hermandades del barrio (si no me olvido de ninguna, son La O, la Esperanza, la Estrella, el Cachorro y San Gonzalo). A mí me sorprendió saliendo de la iglesia de La O, y los oí de lejos entrar por la calle Callao en el mercado de Triana (donde tomé la imagen), al son de los tambores y cornetas de la banda "Amor de Cristo", de San Juan.
17 diciembre 2011
Politically incorrect
La Negrita, el mejor de todos los cafés. Venta exclusiva La Colonial. Tetuán 20 (rótulo al cabo de la calle San Jacinto).
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16 diciembre 2011
La O
O Adonai, et Dux domus Israel,
qui Moysi in igne flammae rubi apparuisti,
et ei in Sina legem dedisti:
veni ad redimendum nos in brachio extento.
(Iglesia de la O, calle Castilla, Triana).
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15 diciembre 2011
El mudito
El mudito de Santa Ana, de nombre civil Francisco Rodríguez Moreno, es un personaje entrañable del barrio de Triana. Ya está mayor, pero aún se le ve por la iglesia. Nació en 1933; a los cinco años, por los desastres de la guerra civil, quedó huérfano y abandonado en la calle, y el párroco de Santa Ana lo recogió. Desde entonces ha sido el sacristán de la iglesia, y es muy popular entre las cofradías sevillanas. Yo mismo tengo un recuerdo simpático de él. Hace veintitantos años, unos amigos me invitaron a salir de acólito en la cofradía del Baratillo, en el Arenal. A mí me tocó salir en la procesión con un cirial junto a la Cruz Parroquial, que por uso inveterado portaba el mudito. El regreso de la cofradía por su barrio, la calle Adriano, fue apoteósico, inolvidable. Ahora que el mudito se puede valer menos, recibe los honores merecidos. Menciono dos: el mes de noviembre de 2008, el cardenal Carlos Amigo Vallejo le entregó la cruz Pro Ecclesia et Pontifice, que le confirió el papa Benedicto XVI. Y ese mismo día, según cuentan las crónicas, se bendijo la imagen en madera del San Pedro, en el órgano de la iglesia de Santa Ana, que reproduce el rostro del propio mudito [crónica]. Del aprecio que le tiene el barrio, puede dar una idea el video de la entrada de la Esperanza de Triana la mañana del Viernes Santo de 2009, que cuelgo aquí. En el minuto 7, el mudito da el martillazo o toque de llamador para la levantá del paso de palio. Dicen que el mudito pierde la mudez una vez al año, que es precisamente en ese momento, cuando le grita a la Virgen: ¡guapa, guapa, guapa!
14 diciembre 2011
Torre Schindler
Al fondo, la antigua Cartuja, y una chimenea de la vieja fábrica de loza Pickmann. Imagen desde el puente del Cachorro.
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Sevilla skyline
Al fondo del puente de Triana, se divisa a la izquierda la "Torre Pelli", en plena construcción. El perfil del cielo sevillano va cambiando. La imagen está tomada desde la calle Betis, hacia la altura de la plaza de toros. Ya iremos contando cómo progresa la torre...
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13 diciembre 2011
Jabón sevillano
"Aquí [en la calle Castilla] se conservan los restos de las que fueron Almonas Reales, fábrica donde se elaboraba el famoso "Jabón Sevillano" que se embarcaba para América, Inglaterra y Flandes. La casa ducal de Alcalá tuvo dominio sobre ella por privilegio real desde el siglo XVI al XIX".
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Grafiti de Plaza de Armas
Este inmenso grafiti de la fachada de poniente de la estación de autobuses de Plaza de Armas, visible desde Chapina y El Cachorro, fue realizado el año pasado, y ya se ha convertido en un icono de la ciudad. Sus autores dicen que representa a "un niño que sueña con la ciudad llena de tradiciones y modernidad en la que le gusta vivir, que no es otra que esta en la que estamos" [El Correo].
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12 diciembre 2011
La casa de Monipodio
En un paseo por Triana parece inexcusable asomarse a la calle Troya (antigua "de la Cruz"), donde estaba la casa de Monipodio, el maestro de Rinconete y Cortadillo. Es la calle que atraviesa Pagés del Corro, Pureza, hasta la calle Betis, muy cerca de la plaza de Cuba y del puente de San Telmo (el que alcanza el barrio de los Remedios, desde la puerta de Jerez), concluído en 1931, algo así como el "segundo puente de Triana". Me imagino que en tiempos de Cervantes, la casa de Monipodio debía hallarse en los últimos confines del arrabal, apartada del puente de barcas.
Melchor Rodríguez García
"En esta casa nació Melchor Rodríguez García, "el Ángel Rojo" (1893-1972). Arriesgó su vida por salvar la de cientos de adversarios políticos durante la guerra civil. El barrio de Triana lo recuerda con orgullo. Diciembre 2009". Placa cerámica en la calle San Jorge, justo enfrente del mercao. Es un memorial ecuánime y modélico. Tan sólo no me gusta que se le llame, con cierta condescencia, "Ángel Rojo". Es como si llamásemos a uno de sus adversarios políticos "el facha bueno" (no sé si me explico). Atajó con bastante hombría y firmeza las terribles sacas de prisioneros en Madrid, durante la guerra, y luego el régimen de Franco lo respetó. Se mantuvo firme en sus principios anarquistas hasta su muerte. Se cuenta (hecho muy emotivo) que su féretro fue cubierto con la bandera de la CNT (hablamos del año 72).
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11 diciembre 2011
Tambores y cornetas
La afición musical de muchos chavales sevillanos se desfoga tocando la corneta o el tambor, participando en alguna de las bandas de música que acompañan a las cofradías en la calle en la Semana Santa. Hay que estar aquí en Sevilla para vivirlo. Este escaparate, si no me equivoco, es de la tienda de música, en la calle Pureza, de un capillita trianero de la Esperanza Marinera, Julio Vera Cuder. Es director de la banda de cornetas y tambores "Santísimo Cristo de las Tres Caídas", que hace una salida procesional vibrante y emotiva. Imposible no recordar ahora el poema de Luís Cernuda, "Luna llena en Semana Santa" [CVC]:
Denso, suave, el aire
Orea tantas callejas,
Plazuelas, cuya alma
Es la flor del naranjo.
Resuenan cerca, lejos,
Clarines masculinos
Aquí, allí la flauta
Y oboe femeninos.
Mágica por el cielo
La luna fulge, llena
Luna de parasceve.
Azahar, luna, música,
Entrelazados, bañan
La ciudad toda. Y breve
Tu mente la contiene
En sí, como una mano
Amorosa...
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Belén de Santa Ana
El belén viviente de la plazuela de Santa Ana, frente a la iglesia (la "catedral de Triana"), dando la vuelta desde la calle Pureza. Es curioso que están dos burritos, el de la figura de barro, y el de verdad. También había en el belén otros animalitos, de corral (conejillos, gallinas).
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10 diciembre 2011
Bar Bistec
Desde su fundación, el año 32, no me puedo ni imaginar la cantidad de bistecs que habrán servido. Se me hace la boca agua nada más de pensarlo.
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Baratillo de Navidad
En la plazuela de Santa Ana, el día de la Inmaculada. Lo organizan los vecinos, para los gastos de reparar las tejas de la iglesia.
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09 diciembre 2011
Triana taurina
Entre el puñado de azulejos dedicados a la memoria de toreros que se encuentra paseando uno por Triana, valga por todos este dedicado a Gitanillo de Triana: En recuerdo del matador de toros y figura legendaria Francisco Vega de los Reyes, "Gitanillo de Triana" (1904-1931). Hombre cabal y artista majestuoso que fue herido de muerte en Madrid por el toro "Fandanguero" (en la calle Pagés del Corro).
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Zion Train
El próximo viernes 16 de diciembre se presenta en Sevilla el grupo Zion Train, UK Dub pioneers, en la "Sala Museo". El mismo día, Los Romeros de la Puebla, en FIBES. Convivencia intercultural, estas cosas sólo pasan en Sevilla.
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08 diciembre 2011
Puente de Triana
El puente de Isabel II, aunque aquí nadie lo llama así: es el puente de Triana, sin más. Se inauguró en 1852, reemplazando al viejo puente de barcas. Los autores del puente, los ingenieros franceses Ferdinad Bernadet y Gustav Steinacher, copiaron el puente de Carrusel de Paris, obra del ingeniero Antonine Remi Polonceau en 1834, demolido en 1931 [leer].
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07 diciembre 2011
05 diciembre 2011
Fortuna del bibliófilo pobre
Pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá... Este podría ser también el lema de los bibliófilos menesterosos. Pese a las profecías de la extinción de los libros, aún tenemos oportunidad de buscar y encontrar libros viejos, que tiene algo de providencial. Hoy me he alargado a la calle Castilla, a la librería "Don Cecilio de Triana", enfrente de la iglesia de la O. Mientras rebuscaba, entró un cliente neófito que tuvo este breve coloquio con el librero:
(El cliente): Buenos días, ¿Tendría usted, el libro... no sé cuantos?
(El librero): ¡Ah, no! Aquí no tenemos los libros ordenados. Usted entra, pasa, y empieza a buscar...
(El cliente): Ah, que aquí se funciona echando una visual...
Lo que puede dar una idea de la librería de la que hablo, en la que me lo paso en grande cada vez que echo un rato allí, donde se encuentran los libros acostumbrados de profesiones letradas: libros viejos de curas, libracos de abogados, jueces y notarios, librillos manoseados de profesores de instituto... Hoy he tenido muy buena fortuna, así que, cometiendo el pecado venial del bibliófilo, que es exhibir sus libros, aquí va la minuta de los cuatro que he comprado, por 20 euros (a 5 euros de media la pieza):
MISAL PRECONCILIAR.- Misal diario y vesperal. Presentado por Dom Gaspar Lefebvre y los monjes benedictinos de la abadía de san Andrés. Dibujos de Dom Bruno Groenendaal. Traducción castellana del P. Germán Prado y los monjes de la abadía de Silos. Bilbao, Desclée de Brouwer, 1960. Flamante ejemplar en piel, de los tiempos de la misa en latín y de espaldas, con textos a doble columna en latín y castellano. Curiosidades: 1) me ha costado 8 euros, de viejo. 2) conserva el sello: "Galerías Preciados. Sección de librería. Madrid". 3) En la hoja de respeto, el antiguo propietario (q.g.h.) cometió la ingenuidad de anotar, no sólo la fecha de compra (6-I-62), sino también su nombre y apellidos, e incluso su domicilio de entonces; era vecino de Sevilla (digo "era" porque lo presumo fallecido), y ha hecho conmigo una buena obra post mortem. 4) Entre las guardas del misal he encontrado una estampa del Gran Poder, "RECUERDO del solemne traslado de Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y de la Santísima Virgen del Mayor Dolor y Traspaso a su nuevo Templo. Sevilla, 27 de mayo, festividad de la Ascensión del Señor, de 1965" (sin comentarios...).
LEYES FRANQUISTAS.- Leyes fundamentales. Madrid, Boletín Oficial del Estado (colección Textos Legales), 1977. Sumario: I. Ley de principios del Movimiento de 17 de mayo de 1958. II. Fuero de los Españoles de 17 de julio de 1945. III. Fuero del Trabajo de 9 de marzo de 1938. IV. Ley Orgánica del Estado de 10 de enero de 1967. V. Ley constitutiva de las Cortes de 17 de julio de 1942. VI. Ley de Sucesión en la Jefatura del Estado de 26 de julio de 1947. VII. Ley de Referéndum Nacional de 22 de octubre de 1945. VIII. Ley para la Reforma Política de 4 de enero de 1977. Incluye unas normas complementarias (entre otras la Ley Orgánica del Movimiento y de su Consejo Nacional de 28 de junio de 1967, y el ya Real Decreto 2636/1976, de 19 de noviembre, por el que se regula el procedimiento para la aplicación de la Ley de Referéndum). En anexo, el Real Decreto 20/1977, de 18 de marzo, sobre Normas Electorales. Curiosidades: Es una recopilación que ya es de derecho histórico. Por el año de publicación, Franco mortuo, reúne en volumen las leyes del régimen franquista y las de la transición a la democracia constitucional. En origen el precio del libro era de 325 pesetas (hoy 3 euros, de viejo).
EVANGELIO DE LA INFANCIA.- Salvador Muñoz Iglesias, Los evangelios de la infancia. III. Nacimiento e infancia de Juan y de Jesús en Lucas 1-2. Madrid, B.A.C., 1987. Es el último volumen (el conclusivo) de una serie dedicada a los capítulos 1-2 del evangelio de Lucas. El autor resume así su tesis: "El autor único de esta pieza en su totalidad, que originalmente fue escrita en hebreo, es un judio-cristiano palestinense de primerísima hora, relacionado con los círculos levíticos de Jerusalén, que empleando derásicamente modelos bíblicos viejo-testamentarios transmite, a través de ese artificio literario, los datos históricos fundamentales que la tradición cristiana presinóptica conocía y profesaba sobre la concepción y nacimiento de Juan y de Jesús". Rico alarde de exégesis trilingüe (en griego, latín y hebreo), el volumen se cierra con un anexo de retraducciones al hebreo de Lc 1-2, de Giovanni Battista Jona (Quatuor Evangelia Novi Testamenti ex latino in hebraicum sermonem versa, Roma, 1668), Thomas Yeates (1805), William Greenfield (The Four Gospels translated into Hebrew, 1831), Alfred Resch (Das Kindheitsevangelium, 1897), Franz Delitzsch (Hebrew New Testament, 1877), y R. A. Aytoun (The ten lucan Hymns of the Nativity in their original language, 1917). Curiosidades: El libro, en buen estado, procede de expurgo de biblioteca, y me ha costado 3 euros. Espléndida adquisición, que me pongo a leer ya mismo.
SALMOS. Hermann Gunkel, Introducción a los salmos. Valencia, Institución San Jerónimo para la investigación bíblica, 1983. Or. Einleitung in die Psalmen (Göttingen, 1933). Es un clásico. Un buen libro, que me ha costado 6 euros, un broche de oro para las compras de este día.
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SALMOS. Hermann Gunkel, Introducción a los salmos. Valencia, Institución San Jerónimo para la investigación bíblica, 1983. Or. Einleitung in die Psalmen (Göttingen, 1933). Es un clásico. Un buen libro, que me ha costado 6 euros, un broche de oro para las compras de este día.
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03 diciembre 2011
Codicia
Cuando lo poco vien, cobdiçia de más creçe;
cuanto más omre tien, tanto más le falleçe
e cuanto más alcança, más cobdiçia diez tanto.
El peón, desque calça calças, tien por quebranto
andar de pie camino, e va buscar roçín:
de calçar calças vino a cobdiçia sin fin;
por el roçín quier omre qui.l piense, e çevada,
establo e pesebre. E d'esto todo, nada
non le menguava cuando las calças non tenía:
los çapatos solando, sus jornadas complía.
SEM TOB DE CARRIÓN
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01 diciembre 2011
Nicanor Parra
PADRE NUESTRO
Padre nuestro que estás en el cielo
Lleno de toda clase de problemas
Con el ceño fruncido
Como si fueras un hombre vulgar y corriente
No pienses más en nosotros.
Comprendemos que sufres
Porque no puedes arreglar las cosas.
Sabemos que el Demonio no te deja tranquilo
Desconstruyendo lo que tú construyes.
El se ríe de ti
Pero nosotros lloramos contigo:
No te preocupes de sus risas diabólicas.
Padre nuestro que estás donde estás
Rodeado de ángeles desleales
Sinceramente: no sufras más por nosotros
Tienes que darte cuenta
De que los dioses no son infalibles
Y que nosotros perdonamos todo.
NICANOR PARRA
Premio Cervantes 2011
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Padre nuestro que estás en el cielo
Lleno de toda clase de problemas
Con el ceño fruncido
Como si fueras un hombre vulgar y corriente
No pienses más en nosotros.
Comprendemos que sufres
Porque no puedes arreglar las cosas.
Sabemos que el Demonio no te deja tranquilo
Desconstruyendo lo que tú construyes.
El se ríe de ti
Pero nosotros lloramos contigo:
No te preocupes de sus risas diabólicas.
Padre nuestro que estás donde estás
Rodeado de ángeles desleales
Sinceramente: no sufras más por nosotros
Tienes que darte cuenta
De que los dioses no son infalibles
Y que nosotros perdonamos todo.
NICANOR PARRA
Premio Cervantes 2011
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26 noviembre 2011
El Salvador, en Raimundo
Estos días se está celebrando en la plaza Nueva la 34 Feria del Libro Antiguo de Sevilla. Yo presumía de encontrar todos los años algún librejo interesante, pero esta vez está siendo decepcionante. El día que abría la Feria, el viernes 18, no vi nada nuevo entre lo viejo, si vale decirlo así. Los primeros días han sido lluviosos y ha hecho la proverbial humedad sevillana (porque en Sevilla también hace mal tiempo) y los pobres libros se arrugaban. En tiempos de tribulación el público gasta con menos alegrías, y los libreros arriesgan poco, no han renovado sus fondos de viejo, y sólo han traído desechos de tienta, además de gran cantidad de libros de kiosko con que piensan cubrir los gastos de la Feria. Ya desesperaba de encontrar niente di niente, cuando este sábado, una mañana muy animada, le he concedido otra oportunidad, y me he dado un garbeo por la plaza Nueva, con magnífico resultado: un libro de gran formato, del arquitecto Fernando Mendoza, La iglesia del Salvador de Sevilla. Biografía de una Colegiata (2008), edición patrocinada por la Archidiócesis de Sevilla y la Obra Social de Cajasol, que describe con todo lujo de detalles la imponente restauración del templo, antigua Mezquita Mayor, que concluyó hace tres años (2003-2008). Lleva un entrañable colofón en memoria del presbítero Juan Garrido Mesa, que promovió la restauración pero falleció sin verla concluída. Me acuerdo de niño de las misas dominicales en El Salvador, con la iglesia medio en penumbra; ahora que han corregido las vidrieras, es más luminosa, y es lo que más llama la atención al entrar en el templo. El precio comercial de este gran libro es de 48 euros, pero hoy en la Feria me ha costado 15 EUROS en el mostrador del librero Raimundo (que se ha traído un buen lote de este libro, si os interesa) [sitio]. Es un disfrute echar un rato en los dos locales gaditanos de Raimundo, en la plaza de San Francisco y de la calle San José, aunque no te lleves nada. Tampoco falta un año a la Feria de libro antiguo de Sevilla. Es un librero con poca tontería y sí mucha agilidad e inteligencia comercial, y vende a buen precio libros muy interesantes, como éste que me he encontrado hoy, con el que doy ya por amortizada la Feria de este año. Agur!
Imagen: Grupo Joly [Vía].
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13 noviembre 2011
Nostrae mentis infirmitas
Si nuestro primer intento ha sido hablar sobre la fe (o como yo lo prefiero decir, sobre la confianza en Dios de todo corazón), a propósito de la carta apostólica Porta fidei, nos encontramos de improviso hablando sobre la Trinidad (Deus unus et trinus), que es el meollo del dogma católico. Sostengo que la fijación en la Trinidad evidencia en el magisterio una regresión al intelectualismo. La doctrina trinitaria es la piedra de toque de la identidad católica, en un momento histórico en que parece que la Iglesia Católica se haya lanzado a una propaganda identitaria, insistiendo en lo que la distingue, más que en lo que la acerca, a las otras religiones de la tierra, desviándose del espíritu de la declaración Nostra Aetate (1965).
Antes de referirnos a los grandes maestros Agustín y Tomás, está bien que leamos primero la versión muy equilibrada del porfesor Ratzinger, en sus lecciones de Tubinga, del verano de 1967, donde sintetizó con elegancia el problema de confesar a Jesús, hoy (un hoy que sigue siendo el nuestro): "La fe en el Logos, en la inteligencia del ser, es una propensión de la inteligencia humana, pero lo realmente inaudito es que en el segundo artículo del credo se relaciona el Logos con la sarx, la inteligencia con un individuo histórico".
¿Por qué la doctrina trinitaria, presentada así en toda su crudeza, parece inaudita? En parte, porque presenta un monstrum, según el credo niceno: ... Descéndit de cælis. Et incarnátus est de Spíritu Sancto ex María Vírgine, et homo factus est... Para nuestro tiempo, esto es no es más que otra monstruosa teogonía.
Y es incoherente, porque Logos y sarx (o mente y materia, si se quiere) son de orden distinto e inconciliables (como el número y la masa: el número mide la masa, pero no se confunden: la masa no puede ser número, ni el número masa). Si Logos y sarx se reuniesen en un individuo, se conmovería todo lo que existe (lo que no puede ser, no es compatible con lo que es, lo mismo que la luz aniquila la oscuridad). La doctrina trinitaria así presentada tiene mucho de inaudito y de incoherente.
El profesor Ratzinger, en sus lecciones de Tubinga, para ilustrar la extrañeza de la Trinidad, tuvo el gran acierto de recurrir al fenómeno físico de la dualidad onda-partícula (que las partículas elementales presenten al medirse en laboratorio propiedades inconciliables de onda o de corpúsculo). Y comenta Ratzinger: "En la respuesta siempre hay algo del problema y algo de quien lo plantea, en ella no sólo se refleja la naturaleza en sí, en su pura objetividad, sino también algo del hombre, algo de nuestro yo, algo del sujeto humano. Pues bien, en el problema de Dios pasa algo parecido. Tampoco aquí hay pura objetividad". Acertaba Ratzinger, porque la ontología de las partículas puede plantearnos si la doctrina trinitaria habla más de nosotros (observadores que nos representamos mentalmente la divinidad), antes que de la Trinidad misma.
Después de lo dicho, se entiende que al comenzar el estudio de la Trinidad, sea lugar común aludir a la incompetencia de nuestra mente. Decía el profesor Ratzinger: "Reconocer humildemente que no se sabe nada es la única forma auténtica de saber; contemplar atónitos el misterio incomprensible es la auténtica profesión de fe en Dios". Lo mismo decía San Agustín en un importante pasaje de su tratado De Trinitate (IX,2): "No hablamos aún de las cosas de allá arriba... sino de esta imperfecta imagen, pero al fin imagen; es decir, del hombre; estudio quizá más familiar y asequible a la debilidad de nuestra mente" [Nondum de supernis loquimur, nondum de Deo Patre et Filio et Spiritu Sancto; sed de hac impari imagine, attamen imagine, id est homine; familiarius enim eam et facilius fortassis intuetur nostrae mentis infirmitas] [Augustinus].
Agustín nos sugiere el método de conocernos por dentro, antes de elevarnos a conocer la Trinidad (pues Dios nos hizo a su imagen). Lo que veremos en próxima ocasión, para no cansarnos más.
(La traducción del pasaje de De Trinitate, es de la primera versión española, de Fr. Luís Arias, con introducción fechada en el Monasterio de Santa María de La Vid, en la fiesta de la Santísima Trinidad de 1948, publicada en la "Biblioteca de Autores Cristianos").
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11 noviembre 2011
Non est idem
Decía que me ha llamado la atención, nada más comenzar a leer la carta apostólica Porta fidei [Benedicto XVI], esta afirmación: "Profesar la fe en la Trinidad –Padre, Hijo y Espíritu Santo– equivale a creer en un solo Dios que es Amor". Voy a explicar por qué no me suena bien.
Primero, porque introduce de matute la cuestión trinitaria en el amor de Dios. Son dos cosas extrañas, la Trinidad, que se capta con el intelecto (intelligo ut credam), y el Dios que se dice que es amor (no mente, intelecto, o logos). Amparar ambas versiones en una misma proposición es como mezclar agua y aceite.
Segundo, porque el orden de la experiencia del creyente es precisamente el inverso: antes cree en Dios, y luego creerá en la Trinidad; y así podría invertirse la frase, diciendo: "Creer en un solo Dios que es amor equivale a profesar la fe en la Trinidad". Si son términos equivalentes, como se dice, el orden no altera el sentido, aunque causa extrañeza que se diga que creer en Dios equivale a creer en la Trinidad.
Tercero, la versión castellana del motu proprio traduce 'equivale', donde la latina dice 'idem est' [Fidem profiteri erga Trinitatem idem est atque in unum, qui Amor est, Deum credere]. Lo mismo la italiana (equivale a credere), la francesa (équivaut à croire) y la portuguesa (equivale a crer). Pero compárese con la inglesa: "profess faith in the Trinity is to believe in one God who is Love". ¿Realmente creer en Dios equivale a creer en la Trinidad, o es lo mismo?
Y cuarto, tendríamos que decir, por el contrario, que profesar la fe en la Trinidad, no equivale a creer en Dios simpliciter, ni son cosas iguales, porque en la mente del epistológrafo (en la primera de las cartas que se atribuye a Juan, 1 Jn 4,8), el Dios [ó theòs agape] tampoco equivale a la Trinidad, simpliciter. Me parece una exégesis ilegítima hacer decir a la letra de la escritura lo que no dice, por mucho que la teología afirme que Dios es una Trinidad (Deus unus et trinus). Tal cosa no se dice nunca así en ningún lugar de la escritura, que no es una ecuación donde uno de sus términos (ó theòs) pueda reemplazarse por otro que se suponga equivalente (Trinitas).
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08 noviembre 2011
Credo in Iesum Christum
Una afirmación que me parece llamativa, de la carta apostólica Porta fidei [Vaticano], nada más introducirse en su primer párrafo, es esta: "Profesar la fe en la Trinidad –Padre, Hijo y Espíritu Santo– equivale a creer en un solo Dios que es Amor (cf. 1 Jn 4, 8)". Un católico dogmático de nuestros días encontrará natural esta proposición, porque piensa, cree, que su fe versa sobre la Trinidad. Pero yo veo arduo aceptar esto así, en un orden cordial ("diliges Dominum tuum ex toto corde tuo"). La Trinidad es el objeto de un asenso intelectual, pero en quien confio (fides) de corazón es en el sólo Dios que confieso (credo in unum Deum). Nuestro tiempo experimenta dificultad para creer en Dios, no para creer en la Trinidad, que excede cualquier propensión religiosa posible. El ateísmo versa sobre Dios (a Deo aversus), no sobre la Trinidad, y en sentido afirmativo diría que la fe, en su sentido originario, también versa sobre Dios (in Deum conversus), no sobre la Trinidad (que es más bien asunto de los dogmas y de las disputas de los teólogos). No me veo capaz de comentar de mejor manera esa frase de la carta del Papa.
A propósito de lo trinitario, acaba de traducirse celéricamente el último libro del teólogo protestante James D.G. Dunn, ¿Dieron culto a Jesús los primeros cristianos? [Verbo Divino]. Su tesis es esta: "Espero dejar claro que los primeros cristianos no dieron culto a Jesús como alternativa al culto a Dios, sino que más bien el primero era un modo de dar culto a Dios, es decir, que el culto a Jesús es solamente posible o aceptable dentro de lo que actualmente entendemos como marco trinitario. No es cristiano dar un culto a Jesús que no sea un culto a Dios mediante Jesús, o, dicho con más exactitud, un culto a Dios mediante Jesús en el Espíritu".
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01 noviembre 2011
L'Année de l'amour
El Papa Benedicto XVI, Joseph Ratzinger, ha decidido motu proprio convocar un Año de la fe, que comenzará el año que viene: "statuimus ut Annus fidei indiceretur. Is die XI mensis Octobris anno MMXII incohabitur, ab incepto Concilio Vaticano II quinquagesima incidente anniversaria memoria, eidemque die XXIV mensis Novembris anno MMXIII, in sollemnitate D. N. Iesu Christi universorum Regis finis imponetur" [Porta Fidei].
Pero a mí, no es por llevar la contraria, se me ocurre que hubiera hecho mejor en convocar l'Année de l'amour (dicho así en francés, en homenaje a Saint François de Sales). Pues amor y confianza (amor mejor que caridad, y confianza mejor que fe, que viene del latín fidere, confiar) se confunden y no son nada por separado. Así lo dice Santo Tomás: Caritas dicitur forma fidei, inquantum per caritatem actus fidei perficitur et formatur (S.Th. 2-2 q.4 a.3), y antes que él Pablo de Tarso: faith which worketh by love (Gal 5,6).
Mientras leía y repensaba el motu proprio me vino a la cabeza un pasaje gracioso del diálogo Parménides (128a), aquel en que un joven Sócrates se encara con el viejo filósofo y le arguye: "Comprendo, Parménides, que Zenón, que está aquí con nosotros, no quiere que se le vincule a tí solo por esa amistad que os une, sino también por su obra. Porque lo que él ha escrito es, en cierto modo, lo mismo que tú, pero, al presentarlo de otra manera, pretende hacernos creer que está diciendo algo diferente". Eso me he dicho yo leyendo la carta del Papa, donde con retórica subidísima nos habla de la fe, cuando parece que lo primero debiera ser el amor. Aunque reconozcamos que así razonaba ya en su encíclica programática Gott ist die Liebe (2005), que ahora en perspectiva se entiende aún mejor. Se me antoja que a estas alturas, predicar sobre la fe en el mundo en que vivimos, es casi un brindis al sol, porque lo que de verdad necesitamos es amor (all you need is love).
Ratzinger, entonces y ahora, se muestra como un reaccionario, y afirma disgustado: "con frecuencia los cristianos se preocupan mucho por las consecuencias sociales, culturales y políticas de su compromiso, al mismo tiempo que siguen considerando la fe como un presupuesto obvio de la vida común". Como si fe y compromiso, en perspectiva teológica, fuesen asuntos diferentes, y hubiese que anteponer una cosa a la otra. El teólogo conciliar José María González Ruíz dijo mejor que creer es comprometerse [21rs]. Tal parece que Ratzinger viniese ahora a impugnar las versiones más cordiales del cristianismo, tomando partido por una iglesia de sacristía y de golpes de pecho.
El motu proprio hace encaje de bolillos para que, en pura retórica, la fe acabe por preceder a la caridad, aunque el Apóstol ya lo hubiese dicho bien claro: lo más valioso es el amor [maior est charitas, the greatest is love] (1Co 13,13). Esta regresión al intelectualismo viene de Santo Tomás, y en el fondo del abstruso nóeseos nóesis aristotélico. La doctrina de Ratzinger se entiende mejor desde estos supuestos.
Decía el aquinate que antes es conocer que querer, y primero es la fe antes que la caridad: Ultimus finis oportet quod prius sit in intellectu quam in voluntate: quia voluntas non fertur in aliquid nisi prout est in intellectu apprehensum. Unde cum ultimus finis sit quidem in voluntate per spem et caritatem, in intellectu autem per fidem, necesse est quod fides sit prima inter omnes virtutes... (S.Th. 2-2 q.4 a.7). Que la doctrina tomista deja frío como un témpano, es evidente en la prelación que según el doctor angélico debe seguirse en el amor (de ordine caritatis, S.Th. 2-2 q.26), que reduce el amor a un puro cálculo algebráico (v.gr. "utrum homo plus debeat diligere uxorem quem patrem et matrem"... ¿Y qué hay del amor de la mujer al marido?). Léanse como contraste las entrañables palabras del Traité de l'Amour de Dieu de San Francisco de Sales: "parce que Dieu ayant créé l’homme à son image et semblance, veut que comme en lui tout y soit ordonné par l’amour et pour l’amour" [I, VII].
No es mero asunto de estilos teológicos (lo que sería discusión estéril), sino que está en juego la esencia del cristianismo. ¿Es una religión que trata de creencias, o de buenas obras? Me atengo al pasaje del evangelio (Mc 12,28-34) donde se cuenta que un doctor de la ley [grammateus, scriba] preguntó a Jesús cuál es el mandamiento principal. Le contestó Jesús que el primero es la plegaria Shemá Israel (Dt 6,4), y el segundo, la regla de oro: Diliges proximum tuum tanquam te ipsum. Es muy interesante ver que el Maestro citó palabra por palabra la Biblia griega de los LXX, según el texto hebreo del Levítico (hebraice 'vaicra') [וְאָהַבְתָּ לְרֵעֲךָ כָּמוֹךָ]. Sucede así que los mayores mandamientos de los cristianos hunden sus raíces en la instrucción religiosa del pueblo de Israel, la Torá.
Cuando se dice que el cristianismo es la "religión de la fe", y el judaísmo la "religión de las obras", se ignora que originariamente, ambas religiones comparten un mismo principio esencial, que es la obediencia a la Ley de Dios, y que tan sólo la contaminación filosófica helenística ha hecho del cristianismo una religión de perfil ideológico. Por eso pienso que la preeminencia de los dogmas de la fe, sobre la práctica del amor (el amor a Dios y al prójimo) es una desviación de la primitiva esencia del cristianismo. Y esa preferencia de la fe sobre el amor, habla también de la impronta ideológica de Joseph Ratzinger, proclive más al helenismo, menos a la tradición hebrea.
(La traducción del pasaje del Parménides es de Mª Isabel Santa Cruz).
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31 octubre 2011
30 octubre 2011
Voyelles
A noir, E blanc, I rouge, U vert, O bleu : voyelles,
Je dirai quelque jour vos naissances latentes:
A, noir corset velu des mouches éclatantes
Qui bombinent autour des puanteurs cruelles,
Golfes d'ombre ; E, candeur des vapeurs et des tentes,
Lances des glaciers fiers, rois blancs, frissons d'ombelles;
I, pourpres, sang craché, rire des lèvres belles
Dans la colère ou les ivresses pénitentes;
U, cycles, vibrements divins des mers virides,
Paix des pâtis semés d'animaux, paix des rides
Que l'alchimie imprime aux grands fronts studieux;
O, suprême Clairon plein des strideurs étranges,
Silence traversés des Mondes et des Anges :
- O l'Oméga, rayon violet de Ses Yeux ! -
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27 octubre 2011
Ni más ni menos
NI MÁS NI MENOS
(MAÑARA)
Un río y una torre descomponen la luz,
un río y una torre que irisan de colores
la luz del pensamiento.
La ciudad se desdobla. La verdad
se divide por siete, y en las atarazanas
un discurso, un rosal y una leyenda:
Ni más ni menos.
La vida es un relámpago fugaz,
la muerte un parpadeo.
¿La vanidad del todo?
¿La plenitud terrible de la nada?
Se despliega en el muro la ecuación del rosal.
Ni más ni menos. Cruz y raya.
Y entre signos contrarios se eliminan las rosas.
AQUILINO DUQUE
Del libro Las nieves del tiempo (1993).
El mío me lo dedicó el autor una tarde en la Real Academia Sevillana de Buenas Letras: "A Joaquín Alegre, con afecto y simpatía, Aquilino Duque. Sevilla, 13-XII-95".
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21 octubre 2011
Notas de un asilo diplomático (1936-1939)
Una gran noticia de libros, un verdadero acontecimiento, es la publicación del manuscrito que los editores (los historiadores Enrique Aguilar, de la universidad de Córdoba, y Julio Ponce, de la de Sevilla) han rotulado con el título de Memorias de una guerra, de José Cruz Conde, o Notas de un asilo diplomático (1936-1939), que permanecían inéditas.
Cruz Conde, distinguido militar artillero, fue mano derecha del general Primo de Rivera, y desempeñó entre otros honores la alcaldía de Córdoba, y de ahí en trampolín la comisaría regia de la Exposición Iberoamericana de Sevilla [cordobapedia]. Cuando he ido a buscar una imagen a propósito, me he parado en la que parece menos obvia, la del espléndido lienzo de Alfonso Grosso, expuesto en el Alcázar de Sevilla, que capta la escena de la inauguración de la Exposición de 1929, en que el pobre comisario José Cruz Conde aparece también, en el ostracismo (es la cabecita de la izquierda, que se asoma justo debajo del penacho, observándonos desde lejos) [flickr].
Acosado por los envidiosos (el gran pecado nacional de los españoles) Cruz Conde se retiró de la milicia y de la política en Madrid. Era aliado político de Calvo Sotelo, y en el año 36 estuvo en un tris de correr su misma suerte. Cuando se declaró la rebelión militar, corrió a refugiarse en casas particulares, y terminó por asilarse sucesivamente en las embajadas del Perú, la Argentina y la República Dominicana, donde se distrajo escribiendo este diario. Falleció de muerte natural el primero de febrero de 1939 (dos meses antes de la toma de Madrid) en el hospital de pabellón francés de la calle López de Hoyos, 4, al que fue conducido bajo amparo del diplomático chileno Morla Lynch.
El libro lleva un salado prólogo del sobrino nieto, Fernando Cruz Conde, hoy arcediano de la catedral de Córdoba, donde dice que "en este diario, escrito no para la galería sino para su familia, José Cruz Conde desnuda su alma y deja ver sus más arraigados y verdaderos sentimientos". Así es, porque lo de menos en estas notas son las vicisitudes de la guerra en el Madrid rojo y sitiado, o las opiniones sobre la situación política, sino la vida pendiente de un hilo de un refugiado. La primera anotación del diario, en la embajada del Perú, es de 19 de agosto de 1936, y comienza con estas palabras:
"Llevo cuatro días en esta Legación. Después de los seis siguientes a la catástrofe, pasados casi sin contacto con nadie con quien hablar, con el alma abierta y en un constante y continuo peligro de morir asesinado como tantos otros. Estos días de relativa seguridad personal y de conversaciones con Osma [el embajador], han equilibrado un poco mi espíritu, y quiero aprovechar mi obligada soledad y aislamiento para reconstituir un poco mi azarosa vida en estos trágicos e inolvidables días...".
Hay que dar la enhorabuena a la editorial Almuzara, de Córdoba, por esta espléndida edición. Una congratulación a la que no me lleva ningún otro interés más que el amor a los libros, porque los libros son testimonio del espíritu humano. Pues lo diré con las palabras inmortales de don Antonio Machado: Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. / A mi trabajo acudo, con mi dinero pago / el traje que me cubre y la mansión que habito, / el pan que me alimenta y el lecho en donde yago...
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Cruz Conde, distinguido militar artillero, fue mano derecha del general Primo de Rivera, y desempeñó entre otros honores la alcaldía de Córdoba, y de ahí en trampolín la comisaría regia de la Exposición Iberoamericana de Sevilla [cordobapedia]. Cuando he ido a buscar una imagen a propósito, me he parado en la que parece menos obvia, la del espléndido lienzo de Alfonso Grosso, expuesto en el Alcázar de Sevilla, que capta la escena de la inauguración de la Exposición de 1929, en que el pobre comisario José Cruz Conde aparece también, en el ostracismo (es la cabecita de la izquierda, que se asoma justo debajo del penacho, observándonos desde lejos) [flickr].
Acosado por los envidiosos (el gran pecado nacional de los españoles) Cruz Conde se retiró de la milicia y de la política en Madrid. Era aliado político de Calvo Sotelo, y en el año 36 estuvo en un tris de correr su misma suerte. Cuando se declaró la rebelión militar, corrió a refugiarse en casas particulares, y terminó por asilarse sucesivamente en las embajadas del Perú, la Argentina y la República Dominicana, donde se distrajo escribiendo este diario. Falleció de muerte natural el primero de febrero de 1939 (dos meses antes de la toma de Madrid) en el hospital de pabellón francés de la calle López de Hoyos, 4, al que fue conducido bajo amparo del diplomático chileno Morla Lynch.
El libro lleva un salado prólogo del sobrino nieto, Fernando Cruz Conde, hoy arcediano de la catedral de Córdoba, donde dice que "en este diario, escrito no para la galería sino para su familia, José Cruz Conde desnuda su alma y deja ver sus más arraigados y verdaderos sentimientos". Así es, porque lo de menos en estas notas son las vicisitudes de la guerra en el Madrid rojo y sitiado, o las opiniones sobre la situación política, sino la vida pendiente de un hilo de un refugiado. La primera anotación del diario, en la embajada del Perú, es de 19 de agosto de 1936, y comienza con estas palabras:
"Llevo cuatro días en esta Legación. Después de los seis siguientes a la catástrofe, pasados casi sin contacto con nadie con quien hablar, con el alma abierta y en un constante y continuo peligro de morir asesinado como tantos otros. Estos días de relativa seguridad personal y de conversaciones con Osma [el embajador], han equilibrado un poco mi espíritu, y quiero aprovechar mi obligada soledad y aislamiento para reconstituir un poco mi azarosa vida en estos trágicos e inolvidables días...".
Hay que dar la enhorabuena a la editorial Almuzara, de Córdoba, por esta espléndida edición. Una congratulación a la que no me lleva ningún otro interés más que el amor a los libros, porque los libros son testimonio del espíritu humano. Pues lo diré con las palabras inmortales de don Antonio Machado: Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito. / A mi trabajo acudo, con mi dinero pago / el traje que me cubre y la mansión que habito, / el pan que me alimenta y el lecho en donde yago...
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