27 mayo 2007

Chalaneo en el Nilo

Durante la travesía por el Nilo en crucero, los vendedores de chilabas, chales y toallas aprovechan para tentar a voces a los turistas asomados en cubierta, arrojándoles la mercancía a bordo desde sus modestos esquifes, donde hacen equilibrios para recoger el precio convenido o la mercancía devuelta. Si esto no es trabajar, que venga Dios y lo vea.

5 comentarios:

  1. Cuanta faena hay que hacer para poder vivir sin trabajar

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  2. Ignacio, has dado en la diana. Durante el viaje tuvimos frecuentes discusiones sobre si los vendedores de "souvenirs", que se te pegan como moscas, son dignos o no de lástima. Y desde luego que la conclusión es que no. Es un modo de vivir, a lo que me parece, de los que desertan de los trabajos duros: en el campo, en las fábricas, en los andamios...

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  3. Bueno, no te creas que no es currárselo eso de vender desde el esquife...

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  4. Con la habilidad con que "encestaban" las camisas y pañuelos desde la barquilla, hasta la cubierta del crucero, serían magníficos jugadores de la NBA...

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  5. Una de las cosas que más me impresionó de Egipto cuando lo visité hace ya 30 años fue, en una visita al Valle de los Reyes, que niñas entre ocho y doce años vendían muñecas de trapo, casi como si fueran sus propias muñecas. Me conmovió. De todos modos, creo que los egipcios y otros pueblos consideran el comercio como una relación personal, algo con lo que disfrutan y da razón a su vida cotidiana. A veces nuestros prejuicios nos juegan malas pasadas. Besos, querido amigo.

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