Como ya está aquí el verano he hurgado en la librería en busca de novedades. Éste pinta muy bien. Se titula: París, mayo 1968. Crónica de un corresponsal, de José Julio Perlado. Reúne las crónicas del "mayo francés" del corresponsal de ABC, llegado a la capital pocos días antes. En realidad es una doble crónica, porque no se limita a reproducir los artículos de entonces, sino que, desde la perspectiva de 40 años pasados, los va explicando y situando en el contexto del momento. Además de unas escogidas ilustraciones (fotografías de los hechos y protagonistas, y de los recortes del ABC), el libro se completa con una introducción, o reflexión preliminar de lo que significó ese "mayo del 68", y una segunda parte, en que el autor, profesor de Periodismo en la Complutense, medita sobre "el oficio de corresponsal". Voy a disfrutarlo.
José Julio Perlado, París, mayo 1968. Crónica de un corresponsal. Madrid, Ediciones Internacionales Universitarias, 2008. Comentario en el blog de Juan Pedro Quiñonero (actual corresponsal de ABC en París): Mayo 68 y los corresponsales españoles.
José Julio Perlado, París, mayo 1968. Crónica de un corresponsal. Madrid, Ediciones Internacionales Universitarias, 2008. Comentario en el blog de Juan Pedro Quiñonero (actual corresponsal de ABC en París): Mayo 68 y los corresponsales españoles.
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Agradezco mucho su interés por mi libro y la referencia que sobre ello hace en su blog. Espero que le guste. Fueron unas semanas muy interesantes. Eso de agradecer algo antes de haber sido leído puede ser extraño, pero ya el hecho de haber elegido estas páginas me lleva a la gratitud.
ResponderEliminarJosé Julio Perlado.
¡Muy honrado José Julio! Es la primera vez que me pasa, que comparezca el autor para comentar mi comentario...
ResponderEliminarCon la práctica, uno va teniendo vista para aquilatar libros, ¡sin leerlos! Pero ya he comenzado a picar en el suyo, y no defrauda...
Cuando lo termine volveré a hablar de "París, mayo 1968". Un libro que sencillamente merece la pena.
P.S. Me resulta de gran interés esa distinción que hace entre "revolución" y "revuelta" (que es en lo que quedó ese mayo francés...).