26 junio 2008

El fondo semítico del Nuevo Testamento

Interrumpo un momento la serie sobre el agnosticismo, que nos ocupará un buen trecho, para hacerme eco de una reseña leída en el semanal "Alfa y Omega", que se entrega con el Abc del jueves. En el muy debatido post sobre la educación de Jesús, mencionamos los Studia Semitica Novi Testamenti (el comentario aquí). En el último "Alfa y Omega" se comenta la recopilación de artículos sobre las cartas de San Pablo. Reproduzco un párrafo de esta interesante reseña sobre este singular grupo de estudiosos del fondo semítico, arameo, del Nuevo Testamento:

"En Alfa y Omega ya hemos presentado distintos libros de la colección Studia Semitica Novi Testamenti, iniciada por don Mariano y sus discípulos, donde se estudian pasajes poco claros de los evangelios cuyo texto griego no halla explicación desde la gramática griega y, en cambio, adquiere pleno sentido recurriendo al más que probable texto hebreo, o arameo, del que es deudor y que, al traducirse, dejó no pocas extrañezas debidas a los errores que le sobrevienen hasta al mejor traductor, máxime cuando las lenguas en juego son tan distintas como el griego y el arameo. Pues bien, este sustrato arameo aparece también en las cartas paulinas y justifica la pregunta del c.15 del último libro de don Mariano: San Pablo, ¿un escritor difícil? Nuestro Apóstol nació en Tarso de Cilicia, en la diáspora judía, y sin duda conocía el griego, mas ¿era ésta su lengua materna? Tras un análisis minucioso, se hace evidente lo que ya relata san Lucas en el Libro de los Hechos, que Pablo desde niño vivió en Jerusalén, y allí se educó, familiarizado con la lengua hebreo-aramea, «a los pies de Gamaliel». Allí, sin duda, lo llevaron sus padres precisamente para que se formara en el más genuino judaísmo. Era bilingüe, conocía el griego y lo escribía, pero el curso de su pensamiento era ciertamente arameo. Con este dato, don Mariano ha puesto luz en no pocos pasajes oscuros de las cartas paulinas."

(Arriba, imagen juvenil de Don Mariano Herranz. Una semblanza en este link).

El blog ha tomado, a mi juicio, un interesante derrotero teológico, ¿qué os parece?

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8 comentarios:

  1. 1.- Excepto San Mateo, ¿quién ha dicho que los escritos del Nuevo Testamento se redactaron en arameo?

    2.- ¿Son reversibles las traducciones o hay pérdida de información? Habría que demostrarlo.

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  2. 1.- Son cuestiones que me rebasan porque no sé arameo (ni griego). En cualquier caso, hay que aplicar lo que los anglosajones llaman el "principio de caridad" (que no tiene nada que ver con la virtud teologal). Antes de descalificar esta propuesta científica, hay que concederle "caritativamente" el beneficio de la duda, estudiar sus argumentos, y rebatirlos, si procediese, en su mismo nivel.

    2.- Las traducciones claro que son reversibles. Y también, como bien dices, se pierde información. Todo esto en pura teoría.

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  3. 1.- Yo creo que usted no parte del princpio de caridad, sino del principio de credulidad. Antes de empezar a discutir cualquier cosa, habría que hacer un juicio crítico sobre las premisas de las que se parten, no admitiendo a-críticamente la veracidad de las mismas. Si yo le dijese que he descubierto una ecuación que contradice la física, como comprenderá antes que nada, habría que comprobar los supuestos en los que se basa.

    2.- Si en todo proceso de la naturaleza, hay pérdida de información, habría que explicar como de una supuesta traducción del arameo al griego (con su pérdida de información), se volvería al original arameo (con más pérdida de información).

    Por cierto, ¿cómo puede afirmar que las traducciones son reversibles? ¿Son acaso conservativas?

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  4. Insisto que rebatir hipótesis científicas debe hacerse en el mismo nivel (es decir, reproduciendo en el "laboratorio" el mismo experimento). Todo lo demás son discusiones estériles. ¿Credulidad? Puede ser, pero hay que atender primero a la autoridad del que formula una idea. Si nos parece una persona sensata (seguramente Don Mariano Herranz lo era), sus ideas deben, cuanto menos, ser escuchadas. Pero aquí nos movemos en inseguridades, ya que, es cierto, las traslaciones de una lengua a otra sólo permiten conjeturas y construcciones hipotéticas (el caso del indoeuropeo). No obstante, recuerda Isaac que en otra entrada hemos visto que Valentín García Yebra ha aventurado que Nácar y Colunga, al traducir la Biblia al castellano, es muy posible que tuvieran más a la vista la Vulgata que el original griego, obeservando la traducción... ¡de un artículo determinado!

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  5. Para los que dominen la lengua de Shakespeare, Orwell y Mickey Mouse, este enlace: Principle of charity.

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  6. Ah, Isaac, hablando de procesos reversibles (y no es "ad pompam vel ostentationem", como decimos los juristas...), he leído a Prygogine (capto la idea de los procesos reversibles e irreversibles).

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  7. Um, yo también he leído a Prygogine, pero no, no me refería a él en estos momentos (su teoría es interesante pero su explicación del Universo es como si quisiéramos salirnos del agua tirándonos de los pelos).

    Respecto a lo de la crítica al mismo nivel, pienso que eso es muy poco científico.

    No, no es una cuestión estéril. Para admitir las teorías de Herranz hay que partir de varias premisas, premisas que hay que someter a crítica. ¿No hizo algo parecido Einstein cuando criticó a Newton? Aristóteles era una persona sensata, pero su física es falsa.

    Por otro lado, ¿quién ha dicho que no hay que escuchar a Herranz? Pero de ahí, a que lo dicho exprese la verdad, hay un trecho.

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  8. Bien, a menos que se decida a participar algún otro lector del blog, creo que nuestras posiciones están vistas.

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