Quodammodo animam esse omnia, en cierto modo el alma es todas las cosas (Aristóteles, De anima 431b): por los sentidos las cosas sensibles, y por el intelecto las inteligibles (S.Th. 1 q.84 a.2). Así expresaron con breve fórmula, Aristóteles y Tomás, la admiración de que nuestra mente pueda representarse la realidad material e inmaterial.
Dice Santo Tomás que es manifiesto que el hombre puede conocer la naturaleza física [homo per intellectum cognoscere potest naturas omnium corporum] (1 q.75 a.2). A partir de esta evidencia para todos, discurre qué puede ser la mente para tener esa formidable facultad de captar el entorno físico, hasta alcanzar virtualmente las fronteras del universo. Y se pregunta: ¿el alma es algo? [utrum sit aliquid subsistens].
Interrogarse por la substancia del alma es una manera de categorizar lo que hoy conocemos como el problema mente-cerebro (the mind-body problem). ¿Son cosas distintas e irreductibles, la mente y el cerebro? ¿O bien la mente es función de las neuronas?
Santo Tomás es dualista: nuestro cuerpo y nuestra mente son dos cosas distintas. Cada una es “algo” [hoc aliquid] en el conjunto de la figura humana, del mismo modo que la mano es una parte del cuerpo distinta del pie.
No se ponen de acuerdo los filósofos sobre lo que sea la mente. Hay quienes la reducen a la materialidad del cerebro, igual que la digestión se reduce a una función del estómago, o el caminar a una función del aparato locomotor. Otros discurren que la mente obedece a leyes distintas a las de la materia, por más que el cuerpo y la mente pertenezcan al mismo mundo natural.
Sea lo que sea, Santo Tomás tiene mucho que decir en esta discusión. Tan sólo objetaríamos que las propiedades que singularizan a la mente, y que a Tomás sirven para categorizarla como una substancia distinta de las cosas materiales, no debieran deducirse de su capacidad de fabricar una imagen mental (incluso de un objeto tan descomunal como un elefante), porque hoy la ciencia investiga con éxito el correlato neuronal de esas imágenes. Santo Tomás desconocía que la intelección sí tiene un sustrato físico, aunque no se confunda con éste.
Una visión humorística del asunto: Pío Moa: Aún nos falta para llegar a primates
Dice Santo Tomás que es manifiesto que el hombre puede conocer la naturaleza física [homo per intellectum cognoscere potest naturas omnium corporum] (1 q.75 a.2). A partir de esta evidencia para todos, discurre qué puede ser la mente para tener esa formidable facultad de captar el entorno físico, hasta alcanzar virtualmente las fronteras del universo. Y se pregunta: ¿el alma es algo? [utrum sit aliquid subsistens].
Interrogarse por la substancia del alma es una manera de categorizar lo que hoy conocemos como el problema mente-cerebro (the mind-body problem). ¿Son cosas distintas e irreductibles, la mente y el cerebro? ¿O bien la mente es función de las neuronas?
Santo Tomás es dualista: nuestro cuerpo y nuestra mente son dos cosas distintas. Cada una es “algo” [hoc aliquid] en el conjunto de la figura humana, del mismo modo que la mano es una parte del cuerpo distinta del pie.
No se ponen de acuerdo los filósofos sobre lo que sea la mente. Hay quienes la reducen a la materialidad del cerebro, igual que la digestión se reduce a una función del estómago, o el caminar a una función del aparato locomotor. Otros discurren que la mente obedece a leyes distintas a las de la materia, por más que el cuerpo y la mente pertenezcan al mismo mundo natural.
Sea lo que sea, Santo Tomás tiene mucho que decir en esta discusión. Tan sólo objetaríamos que las propiedades que singularizan a la mente, y que a Tomás sirven para categorizarla como una substancia distinta de las cosas materiales, no debieran deducirse de su capacidad de fabricar una imagen mental (incluso de un objeto tan descomunal como un elefante), porque hoy la ciencia investiga con éxito el correlato neuronal de esas imágenes. Santo Tomás desconocía que la intelección sí tiene un sustrato físico, aunque no se confunda con éste.
Una visión humorística del asunto: Pío Moa: Aún nos falta para llegar a primates
Me preocupa el elefante.
ResponderEliminar¿La idea del elefante es lo mismo que el concepto del elefante?
La mente tiene la idea, eso es seguro; pero.... ¿acaso no hay otro algo del elefante más allá de la idea que la mente no tiene?
El alma podría no estar tan pegada como la pintas al cerebro y a la mente.
Gracias por acompañarme en la celebración de la entrega del Premio Roberto Alcázar y Pedrín. No eramos muchos pero ha sido un éxito.
Se me olvidaba el remite:
ResponderEliminarIn civitate Helmantica
Habría que ver a qué llamamos "pensar". Volviendo al tan traído tema de la inteligencia artificial (contradicción en los términos), un ordenador procesa una información de forma mecánica, programada, información que sólo puede interpretar la mente humana, como sucede cuando "recreamos" los caracteres en la tinta impresa de los libros y, así, damos un sentido a lo que leemos.
ResponderEliminarVuestros comentarios apuntan a que estamos simplemente en los umbrales del tema de la mente. El más intrigante, me parece, es el asunto del "intellectus agens".
ResponderEliminarEs que del alma separada hemos pasado al phantasma mentis, a la teoría de la aprehensión y el conocimento, y hasta asoma ya la cuestión de los universales y el realismo.
ResponderEliminarTela, ¿no?
Por cierto, ¿que edad tienen vuesas mercedes? Porque me temo que estamos evidenciando unas gloriosas e ilustradas cuarentenas: De estas cosas, los de menos edad o no saben, o no se atreven (y si lo hacen, es que padecen algún raro síndrome y/o atavismo).
Sobre el tema:
1- Stº Tomás no es "dualista". Un dualismo estricto supone la oposición esencial entre materia-espíritu, algo muy diferente de la distinción entre cuerpo y alma que forman una unidad sustancial-personal en cada hombre.
2- Sobre el entedimiento agente, el texto de la Summa:
"...nada pasa de la potencia al acto a no ser por medio de algún ser en acto, como el sentido está en acto por lo sensible en acto. Así, pues, era necesario admitir en el entendimiento una facultad que hiciera a las cosas inteligibles en acto abstrayendo las especies de sus condiciones materiales. Aquí radica la necesidad de admitir el entendimiento agente."(1 q.79 a.3)
+T.
Terzio, la mejor utilidad que le encuentro al blog es aprender de lo que me dicen (si es que me dicen algo).
ResponderEliminarSobre el asunto:
1. Convencionalmente se dice "dualista" del que distingue dos principios en el orden mental, y no es materialista. En la S.Th. 1 q. 75 a.2 Stº Tomás excluye que en la intelección intervenga la materia (desconocía la anatomía y funcionamiento del cerebro). Por lo tanto, yo interpreto que Stº Tomás es dualista; aunque habría que matizar.
2. Creo que el asunto del entendimiento agente (ya postulado por Aristóteles, y muy discutido a lo largo de la historia) es el más difícil. Si me encuentor con humor, le dedicaré un comentario, para que nos ilustremos entre todos.
Fray Abelardo Lobato o.p.,tomista tomistarum, te daría una clase magistral sobre todo lo que habría que matizar al hablar de un "dualismo" en San Tommasso; y te convencería de que no existe, claro.
ResponderEliminar+T.
Esto está muy interesante, así que voy por partes.
ResponderEliminarPrima.
Tengo cuarenta y tantas primaveras a mi cargo.
Secunda.
Lamento mucho no poder entrar en detalles acerca de Aristóteles y Sto Tomás. Esto es precisamente lo que espero aprender de uds.
Tertia.
La biología de hoy demuestra (o al menos eso me parece a mí) que no hay materia de ironía en los universales. Por eso estoy aquí y por eso me interesa el elefante.
coda:
El tan traido y llevado debate creacionismo-evolucionismo es fuego fatuo. A cambio, lo que demuestra tanta experimentación, tanta biología molecular, genómica, proteómica y demás familia es que el elefante es el elefante y no un producto de evolución al tun-tun, por el momento. Soy biólogo, puede que evolucionista pero no darwinista.
Esto lo acabo de poner más claro aquí (con perdón):
http://nuevabiologia.blogspot.com/
Espero que esto continúe. Lo del dualismo que también tiene tela, queda pendiente.
Ave,
Aemilius
In civitate Helmantica
(Hoy mejor)
El debate necesariamente continuará porque no ha hecho más que empezar. Este comentario se centra en la pregunta 75.2 de la Suma Teológica, que se refiere a si el alma es "algo" (una substancia). La calificación de dualista (o no) de Santo Tomás es tan sólo una derivación, y además que tiene mucho de convencional. En filosofía de la menta se califica de "dualista" a cualquier posición que no reduzca la mente al cuerpo. En ese sentido simple, Tomás es dualista. A partir de ahí cabe matizar que no alcance el extremo cartesiano.
ResponderEliminarPara explicar que el alma es una substancia (que es un "hoc aliquid") pone el ejemplo de la mano. La mano es una cosa (distinta, por ejemplo, del pie), aunque sea parte del cuerpo. En el mismo sentido, el alma es algo, que forma el compuesto cuerpo/alma.
Creo que esto se verá más claro cuando examinemos, si Dios es servido, la densa pregunta 76, "De unione animae ad corpus".
Os dejo link de la Enciclopedia de Filosofía de la Universidad de Stanford (en inglés): Dualism.
P.S. He tenido ocasión de conocer en persona a Fray Abelardo Lobato o.p., en alguna de sus ocasionales visitas a Sevilla.
Aclaro que a partir de ahora, cuando me refiera a alguna "pregunta" (quaestio) de la Suma Teológica, salvo que no indique otra cosa se refiere a la Prima Pars.
ResponderEliminarEsto se va poniendo cada vez más interesante. Por cierto, ya que se pregunta la edad, diré que tengo 37, y viviendo mi segunda adolescencia.
ResponderEliminarA Stº Tomás se le espeta el "dualista" con cierta displicencia, me temo; y el concepto está a veinte mil leguas de viaje submarino del Aquinate y sus referencias. Una extrapolación, más bien, opino yo (la bibliografía del artículo con sus autores, tela de "tomista", por cierto).
ResponderEliminarRespecto del alma: No se pierda de vista que la consideración de S.Tomás ronda siempre en torno al alma humana que es sujeto de la gracia, imagen de Dios, donde acaece lo sobrenatural para el hombre (un concepto que trasciende el ánima natural-racional de Áristóteles: S.Tomás va más allá)
P.s.El p.Lobato es que es de Sevilla: Castellano de nacimiento (de un pueblecito de Zamora o El Bierzo, no recuerdo), pertenece a la Provincia Bética y está adscrito al Convento-Colegio de Stº Tomás, aunque luego viva de hecho entre el Angélicum de Roma y la Univ. de Lugano; por eso aparece cada vez que puede por Sevilla.
+T.
Por azares onomásticos y alfabéticos, "Aquinas, Saint Thomas" aparece el primero en la bibliografía...
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